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Improcedente

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@|Como hincha del “Campeón del Siglo”, me siento avergonzado y entristecido.

Injustificables fueron los “cantos” del plantel. Se dijo que fue en un ámbito privado y fue filtrado a la red. No se justifica ni cantándolo en el baño. Después de una guerra suele haber himnos exaltando el patriotismo, homenaje a la sangre derramada, no conozco alguno que resalte la muerte del enemigo. Y esto no es la guerra, no hay enemigos sino adversarios, es solamente fútbol, un juego.

Peñarol tiene marchas hermosas, algunas cantadas por celebridades locales, el himno oficial grabado en 1949 por Carlitos Roldán y los “Marinos Cantores”. “Y Siempre Peñarol”, tango interpretado por el cantor Luis Alberto Fleitas. El célebre carnavalero, letrista y compositor Tito Cabano hizo un tango “Mi Peñarol” que también lo registró en ritmo de candombe. De los años 60 es el famoso “Soy aurinegro”. Son hermosos los actuales “Siete letras”, “Campeón del Siglo”, “La vida entera” del cantautor Jorge Drexler y algún otro.

Entre tantas composiciones destacadas, pegadizas, de letras sencillas, fáciles de recordar y entonar, resulta inexplicable que ya sea como festejo o como arenga se prefieran estos engendros de una jerigonza inarmónica producto de un deterioro cultural y mental cada vez mayor.

Hay quien dijo que al “cantarlo” se decía la letra sin pensar en el contenido. ¿Qué quieren decir? ¿Acaso no saben el idioma y cantaban por fonética? ¿Uds. piensan que Obdulio, el Tito y otros grandes lo hubieran permitido?
Las excusas no eliminan el mal ejemplo dado. Nuestra grandeza deportiva no merece salpicarse con actitudes de ese nivel.

Los violentos, eternamente agradecidos.

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