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Gobiernos frentistas...

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@|Medidos en términos futbolísticos...

Mujica, voluntarioso y poco efectivo, nunca quiso ser capitán porque era incapaz de ordenar a su equipo. Le gustaba ser considerado por la hinchada.

Le hubiera gustado ser presidente de su club, pero era consciente que si gastaba mucho, el club se fundiría y por eso apostó a ser Presidente de la República, porque sabía que los errores los cubren los socios del país (los ciudadanos).

En su equipo jugaba de delantero y se pasaba eliminando rivales, sin convertir un gol. Sus contendores eran partícipes de una asociación muy democrática.

Pepe y su equipo querían formar una nueva liga, pero los estatutos se lo impedían suspendiéndole la filiación. Pero es tanto su deseo de trascender que llegó a la liga Charrúa superior, donde se destacó por el medio juego. No logró triunfar porque equivocó procedimientos, armó equipo de mucho presupuesto, hinchada con porristas y omitió buenos orientadores para controlar el juego.

Eso sí, su esfuerzo y humildad lo hizo trascender fronteras, es codiciado y se hizo famoso (como te digo una cosa, te digo la otra).
Vázquez eligió otro camino, desde el sacrificio, pero aprovechando las oportunidades que ofrecía el Uruguay del mérito, permitiendo a quienes procedían desde la humildad lograr lo que se propusieran. Progresó mucho y salió campeón, para luego aplicarse, como buen médico, a la tarea de resolver para los demás.

Después de su éxito en la liga Charrúa superior, transitándola con buen resultado, no imaginó que al lograr otra temporada, su antecesor le dejase tan desastrosa situación obligándolo a imprimir un juego lateral, sin arriesgar, esperando que un Suárez o Cavani, saquen petróleo, agua dulce, se concrete de una vez UPM.

Mujica, fuera del poder, sufre tanto dolor que ahora pretendió mediar (en el fútbol) pero Lugano lo “trancó” porque su experiencia fracasó.
Démosle al fútbol la organización que merece, ya que los futbolistas han ofrendado todo por la selección y los clubes.

Quienes comandan la Mutual deberían comprender que la historia proficua y sin comparación, en América y el Mundo, se debió a quienes defendieron nuestra enseña patria, sin pedir nada a cambio.

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