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Fu Man Chú

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@|Es evidente que quien ha hecho desaparecer 1.000 millones de dólares de nuestras exprimidas arcas, no tiene nada que envidiarle al mago de referencia, el cual hace muchísimos años hacía las delicias de grandes y chicos en la vieja sala del 18 de Julio. 

La blandura e inocencia de un procesamiento en marcha parece indicar, sin temor a error, que dicho trámite no terminará con nadie en la cárcel ni siquiera por cinco minutos. 

Y menos aún, el hecho de abrir de par en par sus cuentas bancarias para ver si cometió alguien “la gilada” de dejar la pisada o montos sospechosos que denuncien algo. 

¿Puede apelarse a la memoria de algún lector que recuerde algún caso así?
Se puede pensar en algún deudor o deudora de saldos en tarjetas esperando la fecha de pago con ansiedad a ver si abona el mínimo (harakiri) o por lo menos los gastos efectuados ese mes para ir llevándola como se pueda. 

Ese ciudadano o miles de ellos, no precisarán ningún proceso light para saber que es peculado; delito infame que se lleva a cabo por ejemplo con tarjetas que todos pagan y que no originarán ninguna preocupación en sus portadores. Ni a ediles podrán presentarse... delo por hecho...

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