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Freccero

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@|Días pasados la prensa capitalina publicó la noticia de una extraordinaria subasta de excepcional nivel y sorprendente decisión.

El cierre definitivo de la centenaria Joyería Freccero, y la liquidación de todas sus existencias y mobiliario.

Un shock emocional frente al coraje de tan trascendental decisión que marca un hito en la historia oriental.

Freccero ha sido el equivalente a un alto prestigio en joyería, y más allá de destacarse en su rubro, se distinguió por la excelencia de superior calidad junto a la confianza generada por su probidad de conducta, además en su sobresaliente atención brindada por todos sus integrantes, desde los directivos hasta sus más humildes colaboradores.

Este sello marcó la diferencia de una categoría, no solo en lo comercial, fue el signo de una época, donde la dignidad en el proceder y el trato era el esfuerzo permanente de superación diaria en pos del sano orgullo de ser mejor siempre. Ese prurito educacional de imitar el buen ejemplo, en el esfuerzo por superarse, era una norma existente de aquellos años.

Así Joyería Freccero fue parte de una época histórica de gloriosos momentos, donde Uruguay se destacó como pionero en destacados hechos sobresalientes en distintos ámbitos de la cultura, el deporte, las ciencias y otras disciplinas.

Otro recuerdo imborrable de un pasado ejemplar que nos deja un rumbo señero a reeditar, de principios inalterables, algo olvidados en la actualidad.

A los Freccero de ayer y de hoy, gracias por el valioso aporte durante su prolongada trayectoria, el cual determina al presente el final de un ciclo en la historia de nuestra Nación.

Como la vida sigue, una lección para evaluar y enfrentar el desafiante e incierto futuro, con valor e inteligencia de todos.

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