Planta de UPM
@|A esta altura y luego de la renuncia del asesor de la macroeconomía del Ministerio de Economía y Finanzas, corresponde solicitar al gobierno y muy especialmente al Señor Presidente, que le diga la verdad a la ciudadanía sobre las tratativas con UPM.
Todos sabemos, o por lo menos sospechamos, que a UPM el anterior gobierno le “sugirió” la instalación de una segunda planta.
Frente a esto, es evidente que UPM iba a imponer condiciones. El interés primario no era de ellos sino del gobierno.
Claro, según han trascendidos comentarios, la resolución de instalarse o no, sería después que el país acondicionara todo a gusto y placer de los empresarios. El problema es que ese acondicionamiento no sería de aproximadamente mil millones de dólares, sino que podría estar cercano a los tres mil millones.
A su vez, hay informaciones de que una planta como la que se pretende no implicaría una inversión de cuatro mil millones de dólares sino algo más de dos y medio de millones.
Si a eso le agregamos las exoneraciones fiscales y demás prebendas que solicitan, sin tener en cuenta el daño ambiental dado que el Río Negro no podrá soportarlo, este “negocio” es funesto para el Uruguay.
Es imprescindible a esta altura que el Señor Presidente baje del pedestal de soberbia en que se ha venido situando y declare las verdades de las negociaciones.
Para malos negocios alcanza ya con la marihuana, como para que ahora sigamos adelante con esta verdadera historieta.