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Fanatismo y deslealtad

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@|Dícese de fanatismo como el apasionamiento manifestado con pasión exagerada, desmedida e irracional de una idea, teoría u estilo de vida. El fanático es una persona que defiende con tenacidad desmedida sus creencias y opiniones. Desleal se califica a aquel que actúa sin lealtad, es decir, sin respetar criterios de honor, nobleza y fidelidad.

El porqué de este inicio.

Es bien sabida la política de conducción que ha desarrollado la actual cúpula del SMU (Agrup. Fosalba). Un modus operandi que ha lindado entre lo arbitrario y lo absolutista. Utilizando al Colectivo Médico en su conjunto como modalidad de lanzar supuestos pensamientos adoctrinados que responden obviamente a la actual oposición gubernamental.

Hemos sido fieles testigos de un silencio que operaba desde lo más profundo de la actual cúpula gremialista. Silencio que obviamente operaba en consonancia con los mandatos impartidos por el gobierno izquierdista de la época. Sorpresivamente, en Marzo 2020, comenzaron a escucharse propuestas demagógicas, (“cuarentena obligatoria”), alarmistas, (“saturación y colapso del sistema de salud”), presagio del apocalipsis sanitario, transitándose por las declaraciones desacertadas de un ex presidente del SMU hasta alcanzar el apoyo tácito de un paro general, una posición genuflexa en línea con la central sindical.

Permítaseme emplear la terminología que inicia la redacción de la presente. Apoyar este paro general, es ir lisa y llanamente contra el bien más sagrado de una sociedad como lo representa la Salud. Como Profesional de la Salud debo hacer especial hincapié en la “defensa de la vida”, ítem manejado con absoluta trivialidad por la central sindical, apoyado firmemente por la actual conducción gremialista y oficialista del SMU. Un apoyo traído de los pelos, resolución gremial sacada de la manera más despótica e improcedente en una votación pareja en donde imperó la doctrina ideológica, permítaseme usar el término fanatismo, anteponiéndose a la condición que todo Médico, entre los que me incluyo, debe de asumir, pregonar y cumplir asistiendo al más necesitado, respetando al Juramento Hipocrático tantas veces aludido y tomado como consigna de la labor médica. Soslayar la condición de Médico que debe ejemplarizar ocupando la primer línea en el frente de batalla ante una pandemia, con postulados ideológicos que no tienen cabida en una sociedad altruista generosa y solidaria, responde a la más absoluta representación de la mezquindad de la condición humana. Y permítaseme aquí emplear el término deslealtad.

Un Profesional no debe defender postulados contrarios a los valores morales asistenciales. Y un Presidente de una agremiación, debe de representar el sentir de un colectivo médico, asumiendo posturas que vayan en consonancia con el luchar y sentir de un país.

Apoyar un paro general de actividades desconociendo la actual situación sanitaria de un Uruguay que lucha por sobrellevar una pandemia mundial, implica incumplir con los principios morales comprometidos con la sociedad al asumir nuestros roles como Profesionales de la Salud.

Fanatismo y la Deslealtad transitan caminos antagónicos al rol protagónico que un Sindicato debe mostrarse ante la ciudadanía. Estamos a tiempo de modificar algunas posturas radicales proyectando un sentir más colectivo y no posturas ideológicas que buscan instaurar el desasosiego de una población desestabilizando un sistema político democráticamente elegido.

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