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Experiencia: la mejor forma de aprender...

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@|Hijos en el exterior, muchas ganas de verlos, "perillas" algo más laxas, nos llevaron a emprender viaje a España, en el mes de julio próximo pasado.

Todos vacunados y corridos los plazos de seguridad, los más jóvenes con Sinovac, los mayores con Pfizer.

Detalle nada menor: dos de las personas a quienes íbamos a abrazar, aún sin conseguir turno para vacunarse, pero jóvenes y con el resto de la familia protegida, parecía una aventura bastante segura.

A los pocos días de llegar, empezamos a caer contagiados con Covid-19 todos (¿contagio bajado del avión? tal vez...).

Los vacunados la fuimos "peloteando" bastante bien, algunos mejor, otros peor, pero saliendo adelante.

Las dos personas no vacunadas (cayeron el 12/07, tenían turno para hacerlo el martes 13!!!); por suerte y gracias a Dios, fuertes, sanas, deportistas, salieron también adelante pero, qué mal la pasaron!!! Temimos debieran ser internadas, pero lograron zafar y recuperarse.

De ahí el título de mi carta: la experiencia nos mostró sin lugar a ninguna duda la importancia de estar vacunados.

También es interesante y fundamental señalar que los mayores, con alguna comorbilidad agregada (¿quién no tiene alguna después de los 70?), pudimos transitar la enfermedad con riesgos mínimos.

Por todo esto, me pareció de orden compartir nuestra experiencia y hacer razonar a los llamados "antivacunas", sobre la responsabilidad de salir a gritar en masa (son unos pocos, pero hacen ruido), consiguiendo tal vez convencer así a alguien de no vacunarse.

Nada como la experiencia para aprender...

Hoy, más convencida que nunca, esperaré mi turno para ir por la tercera y ojalá este episodio le sirva a alguien para repensar su posición negacionista...

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