@| Soy viajera frecuente de la ruta 8. En distintas oportunidades en Ecos publicaron cartas mías donde narraba el calamitoso estado que tenía esa ruta, sobre todo en el tramo Treinta y Tres - Melo. Ya de por sí es un trayecto de muchas curvas y subidas y bajadas. Si a eso le sumábamos los pozos, cráteres y todos los sinónimos que se imaginen, más la falta de señalización, era rutina encomendarse al santo de turno cuando se encaraba ese tramo.
Ahora es un lujo. Todavía faltan unos 10 kilómetros por terminar pero es una maravilla realmente, sobre todo para lo que estábamos acostumbrados. En muchos de los repechos le hicieron una tercer vía para que la cantidad de camiones que circulan por ahí no tengan que obstaculizar y se los pueda rebasar tranquilamente.
Gracias MTOP por acordarse del Uruguay profundo. Pero no puedo evitar la suspicacia... ¿este arreglo habrá sido porque Vázquez llevo a su Consejo de Ministros a la zona?