@| Los uruguayos de bien hemos contemplado las normas de la convivencia democrática, respetando los 15 años de gobiernos del FA.

Debimos aceptar decisiones imposibles de compartir; la aprobación de un número récord de leyes inconstitucionales; el incumplimiento de la voluntad de la ciudadanía expresada en plebiscitos en el pasado; la intolerancia como modalidad de diálogo con quien no piensa lo mismo; la imposición sistemática de mayorías parlamentarias circunstanciales; el intento de descalificación del prójimo como sistema.

Se da un primer resultado inicialmente adverso en las elecciones del último domingo de octubre de 2019 y ya surgen las amenazas, las voces alzadas, los planteos de paros sindicales y de agitación social por parte de sectores violentistas.

Todos los uruguayos de bien nos estamos uniendo para concretar un cambio en la conducción del país, en la reestructuración de una sociedad “resquebrajada", en el enfoque constructivo de las diferencias.

Queremos dar un salto hacia el futuro, con perspectivas de desarrollo en todos los planos. No deseamos totalitarismos ni populismos ni enfrentamientos sociales ni lucha de clases, que han llevado a la crisis y a la emigración a otros latinoamericanos.

Pero tendremos eventualmente que salir a respaldar y hacer cumplir con la voluntad del pueblo uruguayo y sostener la figura del futuro Presidente, si es necesario, en las calles.