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Elecciones 2019

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@| Pasado el escrutinio primario de las Elecciones Nacionales y visto lo sucedido en los comandos políticos respectivos, podemos tomar nota de algunos hechos:

En primer lugar, la no llamada telefónica de Martínez a Lacalle, aunque sea para manifestarle que desde su perspectiva no podría reconocerle la victoria, resultó un elemento de mal gusto republicano. Va contra las mejores tradiciones a las que estamos acostumbrados, cualquiera sea el Partido.

Por otra parte, la euforia con la que Martínez se expresó en el estrado da la sensación que se trató de una descarga contra el propio Frente Amplio, en particular, contra sus compañeros dirigentes que le soltaron el brazo hace 30 días.

Claramente demuestra que tenía contenido, atragantado ese sinsabor desde el mismo momento en que se dio el golpe de estado interno y el MPP y el PC tomaron el mando de la campaña.

Y si no fue así, no entendió el resultado de las urnas.

Por si fuera poco, los diferentes voceros del FA se encargaron de enseñarnos que el país quedó dividido en dos mitades y por lo tanto, el próximo gobierno lo deberá tener en cuenta. ¡Vaya noticia!! Hace 15 años que el país dejó los tercios para repartirse en dos mitades, una un poquito más grande que la otra pero mitades al fin y justamente el FA, que fue la mitad mayor en ese período, nunca se acordó de la otra, en el Parlamento hicieron lo que quisieron por el sólo hecho, aunque legítimo, de tener un diputado más. Se votaban leyes sin el más mínimo análisis de la oposición, no se votaban las Comisiones Investigadoras, etc. Pero ahora les tocó ser la mitad menor y ya están reclamando ser escuchados. Dan ganas de darles de tomar de su propia medicina pero confío en que no será así.

Lo más resaltable para destacar lo dejo para el final: hoy lunes de mañana, los uruguayos nos levantamos como si nada, cada uno a cumplir con sus obligaciones, ir al trabajo, los niños a la escuela, etc. Si fuera otro país, cada bando estaría denunciando un complot, se hablaría de fraude electoral y seguramente estarían manifestándose, unos y otros, frente a la oficina electoral, seguramente con un clima muy tenso y con gran resentimiento.

Pero el Uruguay y su gente no es así y vale la pena tenerlo en cuenta para que nunca suceda.

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