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Ejemplos

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@|Pretender que la vida de un hombre político sea una suerte de aventura para conseguir poder y conservarlo sin detenerse en ningún tabú moral, es una forma de ver la política para satisfacer ambiciones y hacer de ella el principal motivo para destruir la democracia.

Todo lo opuesto fue Carlos Julio Pereyra.

Diría que casi hasta la exasperación en la defensa de la recta manera de hacer de la política la forma más positiva para lograr la justicia social, sin ceder a tentaciones de acortar los caminos por pasos tortuosos para el fin buscado.

Esta era la doctrina del Movimiento Nacional de Rocha, uno de cuyos fundadores fuera Carlos Julio con Javier Barrios Amorín y Alejandro Gallinal.

Y de esa forma de entender la acción surgió MEVIR y se acabó la vivienda insalubre rural que por un siglo y pico, era el gran drama de la población trabajadora del campo.

No fue la única tarea de justicia.

Las escuelas rurales fueron también de su alcance, partiendo de la experiencia de su ejercicio docente vocacional. Y su hermano no estuvo ajeno a estos emprendimientos por compartir su profesión.

Para quienes sostienen que esto solo es posible desde "la lucha de clases", les debe ser difícil de entender.

Muchos episodios más forman parte de su vida y muchos han sido comentados estos días.

Voy a dedicar esta memoria a uno semiprivado que algunos recordarán al leer esta reseña. Plena salida de la dictadura. Un local en la calle Juan Paullier donde tuvo sede la SAS. Invitado a charlar con los asistentes, lo primero que dijo al saludar era si estábamos conformes con su presencia o queríamos otro disertante.

Seguía siendo el compañero de fórmula de Wilson, ya preso. La fórmula más votada en 1971, que no ganó por una ley de lemas que por suerte no existe más.

Y tenía la modestia de dejarnos elegir otra voz. Muy pocas veces he tenido un ejemplo más grande de humildad de alguien realmente grande.

Entre otros gestos que le conocimos, éste sucedido en privado habla de porqué extrañamos su presencia. Pero nunca olvidaremos su vida. Esa de la que habla el escudo de los Zorrilla: "Vivir se debe la vida de tal suerte que viva quede en la muerte".

Carlos Julio era de esos.

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Carlos Julio Pereyra

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