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Efímera ilusión

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@| Hace unos días se anunciaba por la División Tránsito de Montevideo, el control sobre las motos y especialmente sus ruidos insoportables y dañinos de los caños de escape sin silenciador alguno. Como todo por estos lares, los controles duraron lo que un lirio, pareciendo aún que se han multiplicado cruelmente. Los controles deberían realizarlos en horas de la noche donde los antirreglamentarios deliverys pululan sin respeto por los ruidos extremadamente molestos que provocan. Así también sin luces reglamentarias, transitando en contra mano y en muchos casos sobre las veredas a cualquier hora y lugar. Las empresas que los emplean deberían ser corresponsables y no lavarse las manos como hasta ahora. 

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