@|Las Asambleas Técnico Docentes siguen en vigencia y precisamente su rol es entender en las propuestas docentes en la educación, su reforma, cambios, en fin, todo lo necesario para sus cometidos. Y éstas mantienen cometidos y forma de elección.

El problema es cuando los sindicatos asumen ese papel por la vía de elegir delegados en los consejos y sostener que tienen más votos que algunos diputados. Eso demuestra su grave error. No están electos ni de igual forma ni para iguales cometidos y menos con iguales condiciones y afectación de funciones extra del cargo.

En los hechos, eso los ha promovido como máquinas de impedir cualquier cambio en la educación, tales como la reforma de Rama y más cerca, el Plan Ceibal.

Y si para muestra basta un botón, las escuelas de tiempo completo y los centros de formación docente en el interior, son pruebas de enorme volumen.

En el caso de la educación, como en varios otros campos, los sindicatos creen tener atributos que nadie les dio para funciones que nadie, salvo ellos mismos, pretenden tener.

Es tiempo de tener claro esto.

Por eso mismo reniegan de la LUC. Quieren impedir una necesaria reforma en la educación y no sólo un lavado de cutis. Empezando por la autonomía de los centros para cumplir sus funciones, sin comisarios políticos que les impongan otras decisiones.