@|Quiero centrarme en la importancia del cuidado de los niños y en no olvidar lo significativo del Día del Niño.

El día del niño o día de la infancia, se conmemora para reafirmar los derechos humanos de los infantes, para preservar su integridad, bienestar y cuidado. Los niños son inocentes, y por eso necesitan la mayor protección posible a nivel normativo y social. El niño debe gozar de una infancia sana, íntegra, libre de violencia, discriminación.

Debemos cuidar qué decimos y cómo actuamos, porque los niños de hoy son los adultos de mañana. En los primeros años de vida, una persona es una esponja. Creo que a lo largo de la vida también lo somos, pero más en esa etapa donde realmente todo es nuevo. Nuestras vivencias durante la infancia nos marcan para siempre; buenas y malas.

Por más Declaración Universal de Derechos Humanos que haya, si no llevamos esos derechos (al igual que todos los derechos en general) a la realidad social, todo resulta en vano. Me refiero a realmente castigar los actos que atenten contra la integridad de los niños; estos merecen respeto, amor, educación, atención, tolerancia. Desde el lugar que tiene cada uno, siendo padre, madre, hermano, primo, abuelo tiene que lograr un núcleo de bienestar para que el niño crezca de la mejor forma posible con todos los cuidados que no sólo merece, sino que también se nos impone a nosotros como adultos garantizárselos.

No sé si quienes son padres son conscientes de la responsabilidad de tener un niño a cargo. Ser padre si uno realmente lo desea debe ser de las cosas más emocionantes en la vida, pero también hay que estar preparado para asumir ese rol; es decir, preparado para ofrecerle al niño/a todo lo que éste demanda en cuanto a un núcleo de contención.

Finalmente, deseo que niñas y niños tengan las mismas oportunidades y que no se propague la desigualdad entre ambos.

Quiero justicia para todos los niños y niñas que sufren, que viven actos de violencia, maltrato y abuso. Quiero que los jueces realmente actúen conforme a las necesidades de los más pequeños, a lo que estos merecen y tienen derecho: una vida digna.