@|Estoy realmente indignada por haber visto al dirigente sindical Pablo Cabrera vestido de obispo católico en la marcha por la diversidad.
En la eterna cantinela de la actual sociedad respecto a adquirir más y más derechos olvidamos que, como integrantes de la sociedad, también tenemos obligaciones.
Y este tipo de burlas no contribuye para nada a la buena convivencia entre los ciudadanos, que ya está dañada por otros aspectos de la realidad nacional.
Tratemos de sumar y no restar, cada grano de arena sirve.
¿Habrá sensibilidad para hacerlo?