@|En estos días, se supo que un alto funcionario de la Intendencia de Canelones le ofreció, en forma irregular, al senador Andrade, un convenio para el pago de la deuda que éste tiene, desde hace años, con la comuna canaria.

Ese funcionario debió acordarse que en su calidad de servidor público está impedido de actuar en beneficio de terceros, porque así lo establece el decreto 500, sobre normas de comportamiento en la actividad estatal.
Presuroso, el Intendente Orsi procedió a destituirlo como corresponde y seguramente evitarse dolores de cabeza.

Según se dijo, Andrade actuó de "buena fe" al aceptar dicho ofrecimiento, cosa que es poco creíble.

Lo lamentable de todo esto es que si fuera cualquier ciudadano no tendría la suerte de senador, ni vendría algún buen samaritano a hacerle una colecta para que pueda ponerse al día con la comuna.

Al contrario, tiene que refinanciar ó hacer algún préstamo para obtener el dinero, con todas las consecuencias que ello trae de cola.

Menos mal que "si es de izquierda no es corrupto"; tal la histórica frase de Raúl Sendic. Pero a las claras quedó demostrado que en la izquierda hay muchos corruptos, aunque busquen mil y una formas de decir lo contrario, porque las mentiras... tienen patas cortas.