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Después de la pandemia

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@|En el momento en que nuestro gobierno logre superar la pandemia que asuela el país, deberá abocarse con la misma fuerza y medios que dispuso en esta lucha a atacar un tema acuciante que merece, desde todo punto de vista, ser atendido como prioritario: los asentamientos.

A la vez, desnudados por la pandemia surgen otros dos temas de enorme importancia que se interrelacionan formando un solo combo: trabajo y planes sociales.

Además del simplista reclamo de la izquierda por el otorgamiento de una renta universal, me gustaría comentarles una idea que puede pecar de ingenua o ambiciosa y de instrumentarse, a primera vista pueda abarcar los 3 problemas (asentamientos, trabajo y sustento).

Los asentamientos tienen su origen en la migración de gente del interior hacia la capital, en busca de trabajo en momentos que su requerimiento mermó en sus departamentos de origen. Entonces, mi planteamiento consiste en buscar la forma de retornar estas familias a sus lugares de origen, recuperando su terruño, incluso el reencuentro con sus familiares, suministrándole vivienda y trabajo en sus departamentos originarios. Para lograr esta aparentemente simple propuesta empezaremos por crear un “Fondo de Rehabilitación de Derechos Humanos”, con igual urgencia que se creó el “Fondo Coronavirus”, con la participación de los Ministerios de Vivienda y Desarrollo Social y el apoyo comprometido del de Economía.

A través del relevamiento de una base de datos de jefes de familia, trabajarán en equipo los 3 Ministerios programando los destinos de repatriación en coordinación con las Intendencias, las cuales deberán disponer el uso de terrenos municipales para la construcción, por parte del gobierno central, de los conjuntos habitacionales que alojarán a las familias seleccionadas. Dichos conjuntos contarán, cada uno, con un espacio común para la creación de una huerta comunitaria que será atendida por los propios habitantes con el asesoramiento y apoyo inicial de técnicos agrícolas.

Simultáneamente, uno de los miembros de la familia ocupará, de acuerdo a sus aptitudes, una pasantía en la Intendencia por un período razonable que será extensible de acuerdo a su comportamiento laboral.

De esta forma, se realojarán las familias en sus departamentos de origen, se les dará un trabajo con una remuneración razonable que les ayude a recuperar su dignidad, se les darán todos los servicios de salud, educación, luz y agua y a la vez se comenzará a adelgazar el cinturón de pobreza y desigualdad de los asentamientos que rodean la capital.

Las familias deberán cumplir a cabalidad con distintas obligaciones, comportamiento laboral, obligación de asistencia a cursos educativos de los hijos, mantenimiento y cuidado de la vivienda y trabajo comunitario en la huerta.

Así el Estado estará cumpliendo con sus obligaciones constitucionales, dignificando la vida de sus habitantes más vulnerables y el actual gobierno de Coalición las promesas electorales de su Plan de Gobierno.

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