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Cortita y al pié

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@|A pesar del tiempo transcurrido, mucho se habla todavía de los aviones de Pluna y su affaire, que provocó consciente o inconscientemente, pérdidas millonarias al país.

Hagamos una enumeración breve de los hechos:

Comencemos por la búsqueda del Presidente Mujica, para sacarse el problema quemante de encima y sus contactos.

La intervención del Sr. López Mena para una gauchada, y su interés y luego desinterés por la compra de los aviones.

La intervención de un testaferro en el remate (él oferente) que remató, siendo acompañado por el Sr. López Mena que, aparentemente, sólo hizo acto de presencia.

La adjudicación de un aval a favor del testaferro que garantizara la oferta, otorgado por el Banco República y la responsabilidad en el otorgamiento; hecho por el cual continúa la búsqueda de la identidad de quién lo mandató. Sabemos de la responsabilidad constitucional del Presidente Mujica, al ordenar su otorgamiento, contra la obligación de los ejecutantes, funcionarios públicos, de menor escala jerárquica y subordinación; siendo sólo ellos judicial y dudosamente sancionados, por cumplir una orden del superior.

¿Dónde se rompe la cuerda?

Luego de aproximadamente más de 5 años, la justicia falla responsabilizando al ex Presidente del BROU, a pagar un millón de pesos por incumplimiento del reglamento del Banco y al Sr. López Mena en un fallo reciente, responsabilizándole a pagar siete millones de dólares, ya que si bien desde un principio reconoció y se hizo responsable del pago del aval, cumplió e incumplió, hasta el presente, el compromiso acordado.

Supongo que este drama, en múltiples actos, habrá llegado a su término.

Aunque yo creo y lo manifesté en una carta anterior, que quien mandató el aval fue, por su jerarquía, el Sr. Presidente que manifestó su responsabilidad en todo lo actuado, en conciliábulos con el Sr. López Mena, que cumpliendo su meta de afán únicamente de lucro, tejió una telaraña que envolvió al Presidente y comprometió al país.

Es imprescindible, ya que conocemos ejemplos y ahora son muchos los interesados en invertir, conocer las intenciones del o los inversores, por más encumbrados que sean, para que no suceda como con UPM 2, donde las expectativas de beneficios son lejanas y además, se comprometen bienes y derechos de todos los uruguayos.

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