@|Muy a pesar mío, porque me hubiera gustado pensar diferente y que esos emprendimientos se hubieran podido realizar con éxito, he criticado proyectos vinculados al ámbito acuático que, en definitiva, no se pudieron concretar.

Con respecto al proyecto de puerto de aguas profundas, promovido por el Presidente Mujica, en Rocha, sostuve, en un artículo publicado en la Revista Naval (abril 2015), que el mismo era inviable porque carecía de las cargas que pudieran justificar esa enorme inversión y, también, en otra nota periodística, afirmé que carecían de futuro la regasificadora y Gas Sayago, si no se tenía asegurada la venta del excedente del fluido.

El tiempo transcurrido me dio la razón.

Veremos qué es lo que sucederá con la Hidrovía del Río Uruguay, respecto a la cual he sostenido que es muy difícil que pueda llevarse a cabo.

Afortunadamente, hoy me voy a referir, en forma positiva, a un proyecto que está tratando de concretar el gobierno de nuestro país.

Ha trascendido que se ha alcanzado un acuerdo, con el Brasil, a los efectos de establecer un corredor de navegación por barcazas desde el río Cebollatí hasta el puerto de Rio Grande, a través de la Laguna Merín y la Laguna de los Patos.

Como lo expongo, en un artículo publicado en la Revista de la Liga Marítima de diciembre de 2019 sobre “los espacios marítimos, fluviales y lacustres”, se trata de un proyecto de larga data; puesto que fue planteado hace 50 años por la delegación uruguaya en la Comisión Técnica Mixta de la Laguna Merín que presidía el Dr. Carlos Manini Ríos e integrábamos el Coronel Ingeniero Conrado Sorrentino, el Ingeniero Golumbitseff y el suscrito.

Incluso, en el período en que cumplí funciones como Presidente del Directorio de la Administración Nacional de Puertos (1998-2001), hice diversos contactos con autoridades brasileñas encontrando un ambiente muy propicio para que ese proyecto pudiera llevarse a cabo.

Se trata de un emprendimiento que ofrece la ventaja de abaratar sensiblemente los costos que tiene, actualmente, el traslado por tierra de los productos uruguayos a esa región del Brasil,que es el tercer país, en importancia, en lo que respecta a nuestras exportaciones. Incluso la operativa de las cargas en la terminal portuaria a construir en el Cebollatí, puede constituirse en un instrumento de desarrollo de esa zona por la creación de nuevas fuentes de trabajo.

En razón de ello, me congratulo del citado acuerdo y espero que el mismo pueda concretarse.