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De Colonización

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"Cosa del demonio..."

@| Parece cosa del demonio. Vuelve el Instituto Nacional de Colonización al tapete. Parecería que decidió comprar un establecimiento rural de 531 hectáreas ubicado en la colonia César Mayo Gutiérrez, ubicado en la sexta sección judicial del departamento de Río Negro. Dicho establecimiento aparentemente habría pertenecido al padre del ex Director de este Instituto, Sr. Álvaro Ferreira. 

La resolución de adquirir dicho predio, se tomó el pasado 30 de mayo por el propio Directorio del Instituto Nacional de Colonización y que implicaría un pago aproximado de 3.350.000 de dólares americanos. 

La aprobación para la compra de dicho predio contó con el voto de cuatro de los cinco miembros integrantes del Directorio del Instituto Nacional de Colonización, entre ellos el representante del Partido Nacional Sr. Rodrigo Herrero. 

La decisión de compra de dicho predio, habría nacido desde hace tiempo por parte del Instituto Nacional de Colonización, ya que la familia Ferreira, habría comunicado su determinación de abandonar la tarea como colonos y que por lo tanto no continuarían como referentes trabajadores rurales.
La fracción, es parte de la colonia, por lo que muy difícilmente el Instituto Nacional de Colonización autorizaría la venta en mercados abiertos, ya que los argumentos para que se mantenga el predio en manos de Colonización es que el mismo siga estando en el rubro que se encuentra, que es el de lechería.

Hace unos años en el mayor pico de precio del mercado de tierras, la característica de ese tipo de suelos llegó a oscilar entre 5900 y 6000 dólares la hectárea, por la totalidad del inmueble, y no como es en este caso, ya que se pretende adquirir “un predio del predio”…. cosa del demonio .
Hoy según datos el valor del campo ronda los 3900 a 4000 dólares la hectárea, y no el precio que quiere pagar el Instituto Nacional de Colonización, ya que se aproxima a los 6300 dólares la hectárea… “cosa del demonio”. 

Si realmente se formaliza la compra por parte del INC, dicho ente estatal estaría realizando una adquisición pésima, y además podríamos hasta decir que nos resulta muy curioso este tipo de negocios, ya que metafóricamente hablando, “rompe los ojos”. Es un predio del INC que se le venda a INC …. “cosa del demonio”.

Sin exagerar, este tipo de negocios, no contribuyen a la buena administración de los recursos económicos, es totalmente lo contrario. Parece que no se tuviera presente el Decreto 30/2003, o la Ley 17060, o las disposiciones de buenos manejos de los dineros públicos. Debería además expedirse el Tribunal de Cuentas de la República y hasta podríamos exigir que el Parlamento Nacional, le hincara el diente a este ente estatal. Hay en los últimos tiempos muchas dudas y cientos de interrogantes del funcionamiento del Instituto de “tierras”, como por ejemplo: ¿cómo se adjudican los predios?, ¿cuáles son las obligaciones de los beneficiarios de los predios?, ¿qué documentación deben presentar?, ¿qué inspecciones debe realizar el estado?, ¿que garantías deben presentar para que se le adjudiquen tierras’, ¿si hay seguimiento a los beneficiarios y o solicitantes’, ¿que porcentaje de dirigentes o punteros políticos tienen tierras públicas?, ¿saber si hay información privilegiada para actores políticos y sociales ?
Debemos exigir a nuestros gobernantes, la real y profunda buena administración de las tierras públicas, como además imponerles a nuestros diputados y senadores la inmediata intervención, comenzando por solicitar pedidos de informes respaldados en la Constitución de la República, y plantear auditorías ante el Tribunal de Cuentas de la República, de dicho ente estatal.

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