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Cero amabilidad

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@| El jueves 14 de noviembre viajé en un bus 522, lo tomé en Gonzalo Ramírez y Salto hacia Pocitos a eso de las 15.30. Primero me llamo la atención que no hubiese ni un cartel maternal, minusválido o personas de edad, me fije porque yo tengo una dificultad en un brazo y me cuesta subir y bajar. Al poco rato de subir paró el bus para un señor mayor que tenía dificultad para subir con su bastón y su saco, por supuesto que el conductor cobrador no se movió; yo le dije me diera su bastón y agarré su saco -que el Sr. había tirado al piso-. Daba pena verlo hincado en un escalón sin poder subir pese a los esfuerzos que hacía, el conductor impertérrito ni se movía hasta que le pedí ayudar al señor y ahí si lo ayudó. En ese momento vino una señora a preguntarle si faltaba mucho para donde se tenía que bajar y de muy mala manera el conductor le contestó que ya le había dicho que le iba a avisar. Por supuesto cuando me bajé le agradecí pero ni me contestó.

¿Este señor no sabe que vive gracias a los pasajeros que pagan su boleto y que algún día puede necesitar ayuda de alguien de buena voluntad y educado que lo ayude en alguna situación difícil?

Escribo porque sentí una pena enorme por ese Sr. mayor que ya no sabía cómo hacer para subirse al bus, arrodillado en el escalón. No cuesta nada ser amable solo por sentirse bien. Viajo seguido en el 522 y en general son amables y serviciales.

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