@|Las Intendencias pueden cambiar el nombre de las calles, a veces a solicitud de los vecinos y otras veces no.

Esa decisión queda en manos de unas pocas personas que, a cargo del nomenclátor de la Intendencia, por alguna razón divina, pueden mudar a los vecinos de la noche a la mañana.

Nuestro correo, nuestras facturas de servicios deberán reflejar ese cambio, pero no hay una forma organizada para que esa información llegue a las empresas u organismos que deben conocer el nuevo nombre.

Así las calles se llaman "Nombre Nuevo (ex Nombre Viejo)", para que se reconozca qué calle es. Aún más confuso es cuando la calle cambia de nombre en un tramo y conserva el nombre anterior en otro.

Dicho esto, en la Ciudad de la Costa de Canelones, varias calles cambiaron de nombre.

Puede ser algo plausible cuando cambiamos el nombre de una calle denominada "Oficial B" o "Calle 17 metros", por un nombre que permita distinguir cuál de los miles de Oficiales o 17 metros es la referida calle.

O una calle que se llame "Los Girasoles" o "Los Delfines", pueda llamarse por un nombre de un personaje histórico o por lo menos relevante.
Puedo aceptar que una calle denominada Transversal pase a llamarse Enrique Erro, porque no está relegando a otro personaje. Cambia un nombre genérico que no aporta, al nombre de una persona que merece ser recordada. Correcto.

Pero no queda ahí, porque ahora hay ¡dos calles Enrique Erro! Porque la calle Acacias también pasa a llamarse Enrique Erro.

Hay más ejemplos: la calle Paul Harris pasa a llamarse Luis Pérez Aguirre, pero... ¡la calle Galileo Galilei pasa a llamarse Paul Harris! La calle José Enrique Rodó, pasa a llamarse Ángel Rama. Avda. Doroteo García Lagos pasa a ser Avda. Lomas de Solymar. ¡Chau Doroteo! Si te he visto, no me acuerdo...

Sencillamente, José Pedro Varela o Doroteo García Lagos merecen pasar al olvido. Gracias por los servicios prestados.

Hay más ejemplos; pueden ser consultados los cambios en en la web de la IMC.