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Calle Queguay de El Pinar

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@|Cuando la burocracia nos gana a todos... 

Ruidos de frenadas, estruendos de choques, ruidos de más golpes y luego de un inaguantable silencio… comienzan gritos desgarradores, llantos desconsolados, veo gente corriendo, se oyen nuevas frenadas…; más tarde suenan las funestas sirenas y vuelve el maldito silencio.

En ese momento pienso “ojalá que hoy no haya muertos”.

Quien lee esto, cree que es parte de una mala película de terror o guerra, pero lamentablemente no lo es. Es parte de lo que vivo al habitar una casa a escasos 30 metros de una de las esquinas más peligrosas y transitadas del país.

Desde hace años los vecinos del km 30 de Giannatassio y Queguay, nos hemos acostumbrado a ver los terribles choques entre autos, motos, vehículos oficiales, camiones, bicicletas y peatones que una y otra vez suceden en este lugar.

Desde que la rambla canaria se mejoró, esta esquina se ha transformado en una de las principales rutas de conexión entre Montevideo y el Este del país.

El gobierno nacional, el departamental, las ambulancias, los hospitales, los sanatorios, las empresas fúnebres, las aseguradoras, los argentinos, los montevideanos, los de acá y los de haya… Todos lo saben.

Queguay es el nexo entre la Rambla y la Avenida Giannatassio para tomar la Ruta Interbalnearia. ¿Cuál hubiera sido la solución más lógica para proteger a esas miles de personas?

Sí estimado lector, poner semáforos en esta esquina.

En verano son miles las personas que en auto, motos, bicicletas o caminando bajan a la playa por Queguay desde El Pinar Norte y se aventuran con riesgo de muerte a cruzar la Avenida Giannatassio.

En verano son miles los autos que optan por veranear y salen por Queguay hacia el Este del país.

Los fines de semana son miles los montevideanos que descansan en el Este y ¿por dónde salen? Sí estimado lector, ¡adivinó! Toman por la Rambla, suben por Queguay, continúan por Giannatassio y a descansar.

Y lo más increíble… usan la misma ruta, es decir la calle Queguay, ¡también para volver!

¡Lo sabemos todos!

Perooo… Unos señores sentados detrás de unos hermosos escritorios, decidieron no hacer caso a estas miles de personas e imponiendo sus ideas o pareceres ¡pusieron un semáforo! Sí… pero a cientos de metros de este lugar. Y para que sepan los lectores, ¡en un lugar donde nunca hubieron accidentes!

Sr. Intendente, Sr. Ministro, Señores responsables de gobernar este país: los pusimos en ese lugar para que nos cuiden, nos protejan, para que nos ayuden a ordenar nuestras vidas y en general a nuestra sociedad. No hagan oídos sordos a la realidad. No traten de ir contra la decisión de la gente. Queguay es una calle de salida y entrada a Montevideo.

¡Mala decisión de la gente! Porque es estrecha, no tiene protección en la banquina, ni veredas (la gente circula por la calle con el peligro que eso significa), no está señalizada y sus canaletas son profundas y peligrosas… Pero la gente, los turistas, los ómnibus departamentales e interdepartamentales, miles la usan. ¡Y es lo que hay valor!
No les voy a enseñar su trabajo, pero… ¿No sería más fácil detectar junto a las aseguradoras y otras autoridades como la policía o la gente de la salud, las esquinas peligrosas, para luego actuar en consecuencia?

Si su idea (como imagino) fue canalizar el tránsito hacia ese lugar (donde pusieron el semáforo), les comunico, por si no lo saben, no resultó. Siguen utilizando la calle Queguay y los accidentes continúan sin parar.

¡Por favor! No quiero escuchar más choques, ni frenadas, ni gritos ni llantos. Mi viejo corazón ya no lo aguanta más.

Y si no quieren cuidar a estas miles de personas, por lo menos cuiden mi salud y pongan un semáforo. ¡Gracias!

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