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Basura y boleto

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Gestión municipal

@| El Intendente Daniel Martínez había pasado un tiempo sin salir al ruedo periodístico, pero vio la necesidad de cerrar el año con declaraciones inoportunas, imprecisas y equivocadas. 

Su última participación rimbombante fue “Comentando por un sueño”, al estilo programa Tinelesco, con su intención de cambiar nuestra principal avenida por El Paseo Daniel Martínez. Un proyecto mamarrachesco, carente de práctica y oportunidad, de elevado costo, plagado de errores como consecuencia de la falta de asesoramiento por técnicos especializados en el tema. Esperemos que el stand by sea definitivo. 

Como buen capitán, había encomendado a su tripulación en la Intendencia tomar todas las medidas necesarias para cubrir la falta de limpieza durante las fiestas. En realidad debería ser un tema a resolver durante todo el año y que hace décadas viene siendo parte de la ineficacia del gobierno departamental, pero teníamos la esperanza de pasar tres días algo más limpios. Cuando anunció el plan de contingencia e inmediatamente Adeom nos “alentó” diciendo que en las fiestas nos iba a tapar la basura, se sabía que la medida sería un fracaso. Si vos te querés operar y el cirujano, que manda con el bisturí, te dice que es un riesgo, mejor no te operes. El sábado 23 la recolección fue menos que mínima, el domingo 24 lógicamente y con razón fue nula, el lunes 25 no sabían por dónde empezar pues la mugre nos tapó.

Muy suelto de cuerpo Martínez nos dijo “el consumo de los uruguayos aumentó un 50%” y eso estaba fuera de nuestros cálculos, por lo tanto tomemos nota para a fin de año consumir menos y darle una mano a la Intendencia. También sería bueno que Martínez hablara con algunos intendentes del interior pues ahí también aumentó el consumo pero no se ven los basurales de Montevideo, ni en las fiestas ni durante el año. Las ciudades del interior en nada se parecen a la capital y en ellas viven también uruguayos. 

Y cuando aún no se habían enfriado los motores de los camiones que iban y venían del vertedero, sorpresivamente aumenta el boleto. Pero otra vez Daniel Martínez nos dice que las cosas no son como parecen, son como él las ve. Cuando al 70% de la población no le afecta el cambio de precio del boleto, eso no es un aumento.  

Imprecisiones varias: el 70% de los que hoy viajan en ómnibus tiene tarjeta STM pero sólo el 40% paga con ella y estos son los que no cambian su precio. Si querés pagar menos debes pagar por adelantado y depositar en tu tarjeta. Aumento es todo lo que sube, sin importar a cuánta gente afecta, sea al 1% o al 100%. Economía matemática básica que el Intendente estudió en la Facultad de Ingeniería. 

Aclaremos que no estoy en desacuerdo con el sistema, sí con el disfraz de que no es aumento. Muy cierto es que en las grandes ciudades del mundo el transporte se paga con tarjetas, pero también es muy cierto que brinda un servicio de primera categoría lo que permite reemplazar la utilización de vehículos por transporte público. En Montevideo existe una competencia tanto entre taxis como entre ómnibus por ver quién entrega el peor servicio. Tanto choferes como guardas se olvidan que los pasajeros son los clientes a quienes deben brindarles el mejor servicio posible, como ser unidades limpias, personal bien vestido y buenos modales. Algunas excepciones hay pero cada vez son menos. 

Señor Intendente, hable menos, mucho menos y haga un poco. Tan mal está nuestra ciudad que con un poco que haga el cambio se verá reluciente. Si sigue así su correcaminata a Suárez Chico está muy comprometida.

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