@| Es archiconocido el episodio denominado “Toma de Pando”, acción guerrillera llevada a cabo el día 8 de octubre de 1969 por parte de integrantes del Movimiento de Liberación Nacional (M.L.N.) Tupamaros. Ese día los delincuentes tomaron por asalto la Comisaría, el Cuartel de Bomberos, la Central Telefónica y varios bancos de donde rapiñaron 357.000 dólares. En la acción murieron 5 personas (el sargento de Policía Enrique Fernández Díaz, el Sr. Carlos Burgueño, que estaba como parroquiano en un bar y tres guerrilleros). Todos los años un grupo grande de personas “celebra” la Toma de Pando. Al leer hoy la noticia de que condenaron a 2 meses de prisión domiciliaria y 10 de libertad vigilada a un joven de 20 años por el episodio de los inflables en oportunidad del partido clásico en el Estadio Centenario y lo expuesto por el Sr. Fiscal Carlos Negro quien expreso: ”Es mas que una exhibición, es vanagloriarse y propagandear la idea de que la comisión de un delito es algo bueno”; luego de aplicarle el articulo 148 del Código Penal “Apología de hechos calificados como delitos”.  

Me pregunto cuál es la diferencia entre lo hecho por este joven y el festejo de los días 8 de octubre realizado por esta gente. Se me antoja que es muy leve lo hecho por el procesado si lo comparo con la Apología de los Tupamaros.  

¿Me pregunto si hay diferentes tipos de ciudadanos en este país o hay diferentes varas para la aplicación de la Justicia?