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Ángela Davis y sus desvaríos

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@|No causa asombro escuchar a personajes como Ángela Davis, decir incoherencias típicas de personas a las cuales las ideas de izquierda, les impiden razonar en forma clara.

Justifica el fracaso del socialismo culpando de ello al capitalismo, al liberalismo y obviamente a Estados Unidos, país donde ella nació y del cual se beneficia de las oportunidades que éste le brinda.

Idealiza dictaduras como la de Cuba y la de Venezuela, pero ni ella ni todos lo que concuerdan con sus ideas, son capaces de irse a vivir a esos paraísos incomparables.

No habla de la falta de libertades que allí suceden, tampoco habla que no existe democracia pues sólo se admite el partido de gobierno, tampoco se habla de la miseria que soportan sus ciudadanos, ni de los presos políticos torturados y asesinados por pensar distinto.

Cuando los ciudadanos salen a protestar a las calles, para reclamar libertades, la izquierda los reprime y los acusa de golpistas, pero este discurso cambia cuando éstas protestas se realizan en países que no son afines a su ideología. En ese caso se justifican las mismas y el vandalismo que éstas provocan.

Esto demuestra la hipocresía de la izquierda fracasada.

También deberíamos hablar de los millones de euros que Maduro, Diosdado Cabello y la hija de Chávez tienen depositado en el Banco del Vaticano. Noticia que fue desmentida, pero que no es confiable teniendo en cuenta que durante años el Vaticano ocultó todos los casos de curas pedófilos. Ningún banco en el mundo va a decir la verdad de sus depósitos, de lo contrario que alguien me explique dónde está guardado el dinero del narcotráfico, el terrorismo y el tráfico de armas. No hay colchón tan grande como para ocultar eso.

Es una atrevida venir a decir que recuerda con nostalgia a los Tupamaros. Esto es igual que yo vaya a Estados Unidos y diga que recuerdo con nostalgia a Osama Bin Laden.

Debería darle vergüenza venir a Uruguay a practicar apología del delito, defendiendo a un grupo de terroristas que no sólo atentaron contra un gobierno elegido democráticamente, sino que pretendieron imponer sus ideas totalitarias secuestrando, robando y asesinando a quienes no concordaban con sus ideas. Lástima que no vino a unirse a estos fracasados, de lo contrario hubiera disfrutado de las cárceles uruguayas y cuando quedara en libertad no tendría más remedio que irse a vivir a un país socialista, pues en su país natal no la hubieran aceptado con esos antecedentes. Posiblemente le podrían dar alojamiento en Guantánamo y después el Pepe la traía a Uruguay cambiándola por naranjas. Si me piden mi opinión, no hago el cambio porque pierdo plata. Despidamos a esta chanta utilizando un slogan de la izquierda: “Ángela, go home”.

Evidentemente que es recibida con bombos y platillos por la izquierda uruguaya de modo de lograr conseguir un espacio en los titulares de las noticias, pues su peso político se da sólo por el dominio que tienen de los sindicatos.

Para completar toda esta payasada observamos que la Universidad de la República le otorga el título Honoris Causa. Queda claro que basta ser de izquierda para que te lo otorguen. Esto demuestra a qué extremo hemos llegado en Uruguay con gobiernos progresistas fracasados. Es por eso que en octubre no queda otra que echarlos usando el arma más efectiva y a la cual la izquierda le teme: el voto popular.

Nunca más Frente Amplio. Hay que vacunarlos en las urnas para que no vuelvan a corromper las mentes.

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