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Afiche de la Patria Gaucha

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@|Una mujer de piel oscura le da pecho a un crío blanco.
La imagen de la polémica que pertenece al afiche de la Fiesta de la Patria Gaucha en Tacuarembó. 

Retrata a las “amas de la leche”, una antigua práctica que sintetiza todo lo que estaba mal. Desde las vacuas razones sociales para que una madre no amamantara a su propio hijo, el alquiler de una mujer –preferentemente negra- como si de un objeto se tratara, la cual, para cumplir con su tarea, usualmente dejaba de alimentar a su propio hijo de la manera adecuada. No puedo imaginar el dolor de negarle el alimento a su niño que llora, porque un patrón lo demanda. 

Sin embargo, las amas de la leche existieron, son parte de la historia no solo en Uruguay. Más allá de sus horrores, vale la pena preguntarse si la cercanía de la crianza, filtró en las sociedades aristócratas de antaño, las ideas que más tarde inspiraron los cambios. Llegó a otorgárseles a algunas afortunadas la libertad por vía de “manumisión de gracias”, también llegó a considerarse la prohibición de la práctica en algunas latitudes, no por respeto a la mujer sino por considerar que las ideas y costumbres de aquellas mujeres podían pasar a través de la leche a los hijos de la clase alta. Las emociones son incontenibles y no es difícil imaginar que la pureza de algún niño, sea del color que sea, desarrollara afecto por aquella que en la práctica era más mamá que su madre. 

Tratar de hacer invisible el pasado, no lo borrará. La historia no debe reescribirse ni sepultarse. Buena o mala, nos trajo hasta aquí y el único trabajo que nos queda es aprender de ella y retomar lo positivo.
Cierto es que la discriminación racial fue el eje de muchas injusticias, pero también hace que el esfuerzo para llevar adelante la convivencia en las diferencias impuestas por la época se vea más grandioso entendiendo la iniquidad del momento. 
 
Y lo más importante es que a partir de aquellas convivencias atípicas se rompieron paradigmas que abonaron el camino para el cambio sin retorno a la igualdad. 

Qué sería de Artigas sin Ansina, o de Simón Bolívar sin su nodriza Matea, o del ejército del General San Martín cuando llegó herido a Lima, sin el médico José Manuel Valdez, un zambo que se convirtió en el primer médico titulado afrodescendiente de Perú (una proeza sin duda). 

El afiche de la Patria Gaucha, no es más que el retrato de un pasado común a todos. Borrar nuestra historia, en lo bueno y en lo malo, es borrarnos a nosotros mismos todos los días un poco.

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