Publicidad

Treinta años de soledad

Compartir esta noticia

Después de 7 años, se expide el Grupo creado por el decreto del Poder Ejecutivo 593/008, de fecha 5/12/08, con el objetivo de analizar propuestas para el desarrollo de la Fase 1, de una eventual puesta en marcha de un programa de energía nuclear.

Después de 7 años, se expide el Grupo creado por el decreto del Poder Ejecutivo 593/008, de fecha 5/12/08, con el objetivo de analizar propuestas para el desarrollo de la Fase 1, de una eventual puesta en marcha de un programa de energía nuclear.

El resultado de tanto trabajo acumulado, no es muy estimulante: se resolvió que la energía nuclear no le sirve al Uruguay y que debe pensar en otra cosa durante los próximos 30 años. Pasado ese lapso, en el 2045 se verá por segunda vez, qué hacemos con el uranio ¡nosotros! que podemos generar energía eléctrica de cualquier origen, puesto que no tenemos en nuestra naturaleza, nada capaz de producir la energía que necesitamos. Somos los más libres del mundo, podemos elegir lo que digan los especialistas, pero los especialistas no nos pueden fallar. Deben elegir lo más adecuado.

Por ahora y por los 30 años que vienen, según la mayoría de ese Grupo, no habrá manera de conseguir combustible más barato que el petróleo; Ah! el petróleo se está vendiendo a mitad de precio. Me parece que los especialistas uruguayos que hacen mayoría en ese Grupo, saben mucho de su especialidad y saben muy poco de jugarretas arábigas. Se tomaron en serio la rebaja de Arabia Inaudita:

-“Aquí mana solo, el mejor combustible. Los costos de la competencia para extraer el oro negro están ahora, por encima de nuestro precio de venta.”

Y es verdad. Si se pregunta en Venezuela es verdad; y en Rusia es verdad, y aún en EEUU, donde se complica el fracking (hasta que los yanquis empiecen a utilizar la fuerza de la rotación de la Tierra para ordeñar los senos del planeta).

La idea de apreciar la energía nuclear a causa de una jugarreta comercial conocida desde el tiempo de tata con mama, no puede durar mucho: vender a precio vil es siempre un modo insostenible de competir, a corto plazo. Las razones trascendentes que nacen de un fenómeno circunstancial, no pueden fundar resoluciones válidas en el tiempo. En este caso admitir que por tres décadas, el petróleo estará por el suelo, es un error infantil.

El hecho de haber escondido la opinión favorable a un reactor contenida en el informe de Burns&Roe, es concordante con el apuro de deducir de un hecho pasajero, una consecuencia sin fin. Asesorar a un gobierno sobre bases oportunistas, configura pues, una ligereza imperdonable. Hay en este momento, sesenta reactores que se construyen en el mundo y nadie detuvo su obra; algunos se hacen en los mismos países donde se juega la maniobra de envilecer los precios.

El caso de la energía nuclear y el grado de seguridad que ofrece, se presta para discutir responsablemente ese punto de la mayor importancia, en un país donde la falta de energía eléctrica configura un problema determinante de su destino.

No es un juego intrascendente salir a decir después de siete años, no cabe hablar de reactores nucleares. Equivocarse es malo, fanatizarse es peor. En el caso de algo tan importante para tanta gente, salir al cruce, hablando de ese modo, afecta la calidad de vida. Nuestro desarrollo depende en gran medida de la superación de la penuria energética, un flagelo que viene castigándonos, desde hace más de medio siglo. Perder 30 años es una enormidad.

LA ENERGÍA MÁS CONVENIENTE

Uruguay podría comenzar ya, un proyecto de generación nuclear, con un horizonte al 2025, como máximo. Hay interesantes trabajos ya realizados. Participé en el Grupo creado por el decreto del Poder Ejecutivo 593/008, de fecha 5/12/08, con el objetivo de analizar y elaborar propuestas para el desarrollo de la Fase 1, de la eventual puesta en marcha de un programa nuclear para generación de energía eléctrica en Uruguay. A tal fin, se decidió seguir el plan provisto por la Organización Internacional de Energía Atómica (IAEA, su sigla en inglés) que aconseja 19 puntos a tener presentes por parte de cualquier país interesado en la materia. Pese a eso, en 7 años, se pidieron solo 3 estudios a empresas internacionales, a saber:

-“Estudio del estado del arte de las tecnologías para la generación nucleoeléctrica” Burns&Roe de New York, EEUU.

-“Estudio de la gestión de combustible gastado y de los desechos radiactivos de la generación” Empresas Andras (Francia) y Amphos (España).

-“Estudio de desarrollo de una estrategia comunicacional para el grupo que analiza la opción de generación nucleoeléctrica” Empresa Burson-Marsteller.

Asombrosamente, la Dirección de Energía tomó en sus manos nada menos que lo referente al gasto: “Aspectos económicos financieros del análisis de un proyecto de planta nuclear de potencia para Uruguay.” En este estudio, con los datos disponibles, se presumen los costos de la energía nuclear y de la consiguiente generación eléctrica durante un largo periodo y se concluye suponiendo que sería antieconómica la opción nuclear. También se agregan consideraciones comparativas con energías como la eólica, fotovoltaica e hidrocarburos basadas en datos locales obtenidos por la Dirección de Energía, una dependencia del Ministerio de Industria y Energía, sin siquiera pasar dichos datos por el escrutinio de una empresa internacional especialista en economía de centrales nucleares. Éste, es un hecho muy significativo, si pensamos en la alta especialidad del tema en cuestión.

Cabe destacar que el informe inicial, recibido de la empresa Burns&Roe de Nueva York, aconseja, vistas las posibilidades del Uruguay, la instalación de un reactor nuclear; y alude a distintas opciones tecnológicas convenientes. Dicho informe fue modificado a instancias de los integrantes del Frente Amplio del Grupo de Trabajo, alegando que no se había pedido a los especialistas, opinar sobre las decisiones, sino brindar información genérica. Se pensó que no era bueno, saber más.

El caso de ANDRAS no fue muy diferente; establecieron las necesidades para poder manejar los materiales radiactivos desechados durante la operación de un reactor nuclear y los trabajos asociados, así como el manejo del combustible a gastar. También los especialistas franceses y españoles dejaron traslucir su posición proclive a aprobar las condiciones de Uruguay para el manejo de dichos materiales.

Por último hubo el estudio económico al cual me opuse. Indefectiblemente, ese estudio iba a ser influido por un hecho circunstancial, la brusca rebaja en los precios del petróleo. El estudio no tiene en cuenta variables que son importantes de destacar en la situación energética de nuestro país, probablemente el más caro de la región en cuanto a energía eléctrica.

Se debe disponer de energía firme para un deseado despegue industrial. Los potenciales inversores de la industria, buscan costos competitivos y constantes en materia de energía, como razón principalísima para decidir abrir una fábrica en cualquier país de la región. Hoy por hoy, Uruguay es muy caro; y por eso queda fuera de foco en cuanto a la industria que requiere abundante electricidad. Lamentablemente, el país carece de seguridad en el suministro de energía, en cantidades apreciables. Uruguay necesita energía barata, en cantidad, y “ENERGÍA FIRME”, que no dependa de vientos o lluvias.

La energía nuclear asegura un suministro ininterrumpido durante 60 años; es la más alta seguridad que se puede lograr. Los reactores modernos acumulan la experiencia de millones de horas de servicio a lo largo y ancho del mundo, por eso se siguen usando y construyendo.

ING. ALVARO BERMUDEZ

SEGUIR
User Admin

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad