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Estado y Políticas de Estado

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Repaso en este diario, cada tanto, quince soluciones aptas para acercarnos al desarrollo. Las conoce todo el mundo.

Repaso en este diario, cada tanto, quince soluciones aptas para acercarnos al desarrollo. Las conoce todo el mundo.

El 6 de noviembre del 2006 y el 21 de octubre del 2012, escribí en esta sección sobre el miedo a cambiar. Pero nada se cambió, por supuesto.

El Frente Amplio que gobierna, quiere:

1) atraer inversiones extranjeras; 2) respetar las utilidades de esos inversores y su giro al exterior; 3) gravar la renta con impuestos que no espanten a los inversores; 4) mantener un mercado monetario semilibre, sin fijación de tipos cambiarios; 5) mantener un equilibrio fiscal aproximado, sin un déficit excesivo; 6) contener la inflación; 7) bajar el costo-país, para ganar competitividad; 8) mantener múltiples seguros a la vejez, que incluyan las AFAPs; 9) reformar la educación; porque lo que más importa para crecer, es atender al capital humano; 10) manejar con moderación el número de funcionarios; ir contra un Estado obeso; 11) no nacionalizar la banca; 12) no crear un control de importaciones; 13) no subsidiar las importaciones ni las exportaciones; 14) no tolerar gremios ni entes autónomos que antepongan la conveniencia corporativa, a la conveniencia del país: 15) entender, a la manera de China continental, que la buena administración y la conveniencia económica, funcionan independientemente, sea cual sea el sistema político.

El Partido Colorado, cuando gobernó, quiso lo mismo que el Frente Amplio, fue afín a estos 15 puntos (repase por favor, punto por punto). Bajo las dos presidencias de Sanguinetti y bajo la presidencia de Batlle, los colorados, pusieron en práctica, antes que el Frente Amplio, algunas partes de este programa, soportando el inconveniente de no contar con mayoría parlamentaria absoluta.

El Partido Nacional quiso lo mismo que la coalición que gobierna, en cuanto a los 15 puntos referidos. (Repase, por favor, punto por punto).

Bajo la presidencia del doctor Lacalle, los blancos pusieron en práctica, antes que el Frente, algunas partes de este programa, soportando el inconveniente de no contar con mayoría parlamentaria.

La necesidad de las medidas liberales fue ganando terreno, aunque la negativa a reconocer el origen de esas medidas aconsejadas por la escuela de Chicago, fuera unánime. La receta se usa y no se nombra y hasta se niega, si llega el caso.

Pienso que la razón de esta insinceridad, radica en el miedo a suprimir los entes autónomos.

En ese no poder, estamos estancados; sin “el ingrediente esencial de la supervivencia: la voluntad de cambiar”. Quien empleó esta frase condensada, es Robert H. Waterman, integrante de la consultoría “Waterman and company” de San Francisco (USA). Waterman estaba estudiando la recesión en EE.UU. y sintetiza: “Los japoneses no son magos. Nosotros, estábamos dormidos”; el capítulo se titula (atención uruguayos) “Sacrificar recuerdos”.

Los entes autónomos del Uruguay no se pueden sacrificar, vienen envueltos en multitud de nostalgias, resultados imaginarios y los mayores intereses creados por una clase devoradora, que altera la salud de la economía.

¡Oh! y más ¡oh! Fueron creados para tener ganancia y bajar los impuestos. ¡Y dan pérdida!

El caso de UTE es plus quam soviético.

UTE perdió unos cuatro mil millones de dólares comprando la electricidad que no supo producir, ni dejó que otros la produjeran. Eso determinó lo sucedido durante las sequías del 2003, 2006 y 2012. UTE pagó, hasta 500 dólares por un megavatio hora, que pudo ser generado con 31 dólares de uranio.

¿Alguien se molestó en leer el artículo 2°, de la ley N° 16.832 de 17 de junio de 1997?

Ese artículo dice: “…las actividades de transmisión, transformación y distribución precedentemente mencionadas, tendrán el carácter de servicio público en cuanto se destinen total o parcialmente a terceros en forma regular y permanente, quedando excepcionada la actividad de generación. Esta podrá realizarse por cualquier agente, inclusive para su comercialización total o parcial a terceros en forma regular y permanente”.

UTE impidió que el texto subrayado de la ley se cumpliera; desde hace 18 años, el ente bloquea de modo ilegal, el desarrollo de la generación privada.

El tormento de nuestra miseria energética es una creación de UTE, que se negó, violando la ley, a dar vía libre a los empresarios. Ahora, escarmentada, UTE juega a la energía eólica privada, sin tener en cuenta que no siempre sopla viento, que la demanda es cada vez mayor y que pese a todo, sigue impidiendo la libre competencia.

El directorio de los entes está integrado por gente de bien, que no quiere arriesgar y trabaja honestamente, pero sin la apetencia de lograr un lucro personal. Nuestro problema no es la corrupción, es la índole del sistema que adolece de males incurables: la relación directores-personal no se mueve llevada por la pugna de los intereses. Los directores cobran un sueldo fijo del presupuesto nacional y remuneran al personal con plata de la empresa. Consecuencia inevitable: el beneficio de los empleados sube más rápido que las utilidades; los directores son como los reyes magos, colman de regalos a sus empleados. Las empresas mayores del Estado, tienen el privilegio del monopolio y trabajan imponiendo precios administrativos. Las empresas del Estado no pueden perder, salvo que incurran en errores descomunales, como el caso citado.

La historia del mundo documenta los desastres que provocan las empresas del Estado. Elijo un ejemplo culminante: la Unión Soviética, un país que abarcó la mitad del planeta y organizó su economía mediante una formidable red de empresas públicas, regidas por severos planes quinquenales.

La Unión Soviética se desmoronó sola, los funcionarios la carcomieron.

“Pravda” el diario oficial soviético, publicó un editorial donde explica el error en el cual había incurrido el socialismo ruso:

- “Ni uno solo de los 170 sectores esenciales de nuestra economía, ha cumplido los objetivos del plan, ni una sola vez durante los últimos 20 años... Esto trajo una reacción en cadena de esfuerzos estériles y un desequilibrio, que nos ha llevado a una “anarquía planificada”... “El desequilibrio ha afectado cada poro de nuestra economía.”

-Es muy sabido que en 1985, cinco años antes de la caída del muro de Berlín, cuando el canciller de la Unión Soviética visitó Montevideo, en el curso de una cena con el presidente Sanguinetti, Eduardo Shevarnadze dijo inolvidablemente:

- “Hemos llegado a la conclusión que la manera de formar los precios en el mundo capitalista es superior a la nuestra”. Había comparado precios en competencia con precios administrativos.

Todas las empresas rusas eran como OSE, Ancap, SOYP, Amdet, AFE, BPS. BROU…

Borrar la sana codicia es como borrar el hambre, de la cual depende la vida: se mata por inanición.

Cuando China continental cobró conciencia del fenómeno, privatizó 370.000 empresas del Estado y se encaminó a ser la economía de mayor velocidad, en cuanto a crecimiento, que se conoce en la historia universal.

No digo que los entes autónomos del Uruguay provoquen una implosión semejante a la soviética. Eso no sucederá por una razón aritmética: la actividad privada en el Uruguay abarca más de la mitad de nuestra economía.

Pero lo cierto es que el Uruguay crece y no se desarrolla, como bien dijo Ernesto Talvi; y es por la acción de los entes autónomos, que copió don Pepe Batlle y siguen siendo cada vez más soviéticos: hacen fuerza hacia la implosión. El Uruguay es un insoportablemente país.

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