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Plan de emergencia cultural

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Cuando me dispongo a escribir sobre la enseñanza pública, se me presenta un sofocón inicial: el muchacho que salió de la escuela donde año a año, las maestras lo trataron personalmente y un buen día (un día malo) debuta en los patios enormes del Instituto Vázquez Acevedo, lleno de estudiantes que van y vienen y todos saben qué hacer y él se encuentra perdido en medio de ese mar de gente. En secundaria todos mandan escuchar y nadie escucha al que recién llega. Cada profesor da su tema y se va y viene otro. Literatura, Matemática, Inglés, Historia, Astronomía, Biología, Física, Química, Dibujo, Filosofía y Crítica de los Saberes, Espacio Extracurricular Optativo, Educación Física y Recreación. ¿Qué será la crítica de los saberes o el espacio extra curricular optativo? Y sin ir tan lejos ¿Quien explicó nunca el lío del pensar pensando Filosofía? Ninguna materia tiene fin y a cada estudiante sin estrenar, le tocan asignaturas diferentes que cambian día a día. Diga qué es una asignatura.

Cuando me dispongo a escribir sobre la enseñanza pública, se me presenta un sofocón inicial: el muchacho que salió de la escuela donde año a año, las maestras lo trataron personalmente y un buen día (un día malo) debuta en los patios enormes del Instituto Vázquez Acevedo, lleno de estudiantes que van y vienen y todos saben qué hacer y él se encuentra perdido en medio de ese mar de gente. En secundaria todos mandan escuchar y nadie escucha al que recién llega. Cada profesor da su tema y se va y viene otro. Literatura, Matemática, Inglés, Historia, Astronomía, Biología, Física, Química, Dibujo, Filosofía y Crítica de los Saberes, Espacio Extracurricular Optativo, Educación Física y Recreación. ¿Qué será la crítica de los saberes o el espacio extra curricular optativo? Y sin ir tan lejos ¿Quien explicó nunca el lío del pensar pensando Filosofía? Ninguna materia tiene fin y a cada estudiante sin estrenar, le tocan asignaturas diferentes que cambian día a día. Diga qué es una asignatura. El lunes tenemos un escrito de comprobación. ¿Fofa es una materia fácil? ¿Quien supo nunca que es peripatético? Caminar conversando y Aristóteles, hace 2600 años.

Son dimensiones nunca imaginadas, que no se comentan, como si fuera vergonzoso que no quepan en la imaginación.
Leo un reportaje interesante, hecho por Ana Beris a Jorge Grunberg (Rector de la Universidad ORT); y recojo propuestas y datos de los que colecciono.
Grunberg: En Corea del sur se reciben de bachilleres el 95% de los estudiantes liceales. En el Uruguay se recibe, el 38%.
Finlandia es un país muy igualitario desde muchos puntos de vista. Pero no es igualitario, cuando se trata de estudiantes. Los inmigrantes, los estudiantes que vienen de familias pobres, los que no manejan bien el idioma finlandés, etc, llegan al liceo y reciben apoyo, tratamiento de profesores adicionales, de sicólogos, de asistentes sociales. Se trabaja con la familia. Hay grupos de profesores que acompañan a los despistados. Si el muchacho empieza a faltar al liceo, lo van a buscar. Por eso digo: la responsabilidad de un buen sistema educativo no es darle lo mismo a todos. Esa es la gran confusión del Uruguay. Se confunde equidad con igualdad. La misión de un sistema educativo es compensar las diferencias. No hay que bajar el nivel hay que brindarle a cada uno lo que necesita, para igualar las oportunidades.” (Hasta aquí, Grunberg).
“Para hacer comprensible el concepto, Aristóteles parangona la equidad, con un cierto instrumento de medida: la regla lesbia, hecha de sustancia maleable; permite adaptar la regla a las sinuosidades de los objetos que se quieren medir.” (Giorgio Delvecchio, “Filosofía del derecho”).
La equidad es más amistosa que la igualdad, más considerada, se pone en el lugar de cada uno.
Los liceos debieran ser, en los barrios más problemáticos, de doble horario. Pero no hubo voluntad política para construir los locales. De modo tal que mientras se atiende a una cantidad desproporcionada de asignaturas en medio horario, el tiempo disponible no alcanza para enseñar lo que más importa.
Acaba de comprobarse que el Uruguay es el país con menos tiempo de clase en matemáticas, lectura y ciencia, de toda América Latina.(Diario “El Pais, 15/6/14). Un hecho determinante: nuestra programación de los estudios en secundaria es tan profusa que el tiempo no da.
El trabajo realizado por el Banco Interamericano de desarrollo (BID) hace saber que Chile dedica más de dos veces y media de tiempo, que Uruguay, en enseñar matemáticas; 398 minutos por semana, contra 156 minutos de Uruguay. Y esta inferioridad es copiosa; Perú, 287 minutos; Argentina, 269 minutos; México, 263; Colombia, 263; Brasil, 215; Costa Rica, 208.
A la enseñanza de una lectura inteligente, Chile dedica 374 minutos por semana y Uruguay, 138; y la goleada sigue: Argentina, 262; Perú 259; México y Colombia, 232; Brasil, 208; Costa Rica, 189.
Al estudio de la ciencia: Chile dedica 296 minutos semanales y el Uruguay, 163; México, 252; Argentina 217; Perú, 215; Colombia, 205; Costa Rica, 203; Brasil, 162. Si. El que mucho abarca, poco aprieta. Ah! Cuando el tiempo no alcanza, los repetidores, son legión.
Mujica reconoció que no pudo cumplir su mejor promesa (educación, educación y educación) dijo:
-- “Es muy difícil gobernar si no se tiene, un gran peso en las organizaciones sociales (…) porque gobernar con el viento en contra permanente de las organizaciones sociales, es correr el riesgo de paralizar el país”. (El País, 11/6/14)
Las afirmaciones son gravísimas, pero no libran de responsabilidad al Presidente.
La impotencia para mejorar la enseñanza pública no se debe, exclusivamente, a la resistencia de las organizaciones. El gobierno fue omiso, no intentó lo que podía hacer. El gobierno (que contaba con el dinero necesario) pudo y debió construir excelentes escuelas y liceos en los barrios pobres, donde la situación hace más difícil la tarea docente, porque se cuenta con poco apoyo familiar. Los planes sociales debieron completarse con un plan cultural. La injusticia social, el cantegril, no es la causa del desastre, es la consecuencia del abandono cultural. Justamente, el plan debe ser el reverso de la resignación; para arrancar a los padres de su pobreza y de su escasa formación (no tienen un oficio) la mejor vía es fortalecer y completar la educación de los hijos; ellos serán los encargados de rescatar a sus mayores. Ningún sindicato se opuso a las escuelas y a los liceos de doble horario.
En Caracas, fui testigo de un hecho aleccionante: el tránsito de autos y de autobuses era insoportable en esa ciudad, hasta la construcción de su primer tren subterráneo; cuando entró en funcionamiento, lo vi cuidado por todos del modo más agradecido. En una ciudad violenta donde los caracazos arreciaban contra todo, el subte se mantenía intacto y lustroso como el primer día. Era un orgullo.
Aquí y ahora, no se edificó un edificio impecable donde se trasmitiera el saber y la cultura. Un templo donde salir de pobres.
Todo lo contrario de lo que funciona en Maroñas, el liceo más vergonzoso del país con más de un 50% de repetidores. ¿Alguien hizo algo para que en ese barrio hubiera un liceo modelo, con un edificio confortable, un director vocacional, un equipo de profesores seleccionados y muy bien pagos? ¿Cómo puede ser que existan liceos gratuitos creados por la iniciativa privada (la generosidad de la gente) y que el Estado en plena bonanza no haya podido copiar por lo menos la excelencia de una experiencia que rompe los ojos. Todos contemplamos el Liceo Jubilar triunfante; y nadie entiende la desaprensión de la enseñanza pública. No puedo entender cómo, un gobierno de izquierda, puede omitir en su programa la prioridad de salvar cada generación de muchachos de barrio humilde.
Un plan tras otro plan, no pueden seguir repartiendo caridad (un puñado de dinero insuficiente) en vez de crear algo que imparta dignidad y haga entrever un futuro mejor; el revés de los cuatro vintenes que clavan en su cruz, a los rentistas mendicantes.
Bastaría un ejemplo maestro, un caso feliz para que la recuperación de nuestra gente desvalida empezara a extenderse; el sueño de un ideal es contagioso. Pero no hay un solo ejemplo del cual prenderse. Aplican un plan de emergencia social que no cesa y no hay un plan de emergencia cultural para remover. ¿Alguien lleva la cuenta de los indigentes carenciados de formación? ¿Qué tal un censo?

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