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Alrededor de una mesa

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Hace pocas décadas, era preocupación central de la humanidad, el cómo manejarse frente a los jóvenes de su tiempo. Cómo encarar un futuro saturado de una muchachada desafiante y ansiosa de afirmar su lugar en la sociedad del futuro cercano.

Hace pocas décadas, era preocupación central de la humanidad, el cómo manejarse frente a los jóvenes de su tiempo. Cómo encarar un futuro saturado de una muchachada desafiante y ansiosa de afirmar su lugar en la sociedad del futuro cercano.

Pero rápidamente esos mismos jóvenes fueron advirtiendo que tal vez un desafío aun mayor son las nuevas oleadas de personas que se incorporan a las legiones de humanos dispuestos a encarar la realidad de que la expectativa de vida es cada vez mayor y el deterioro cognitivo es evitable. El ser humano puede ser mantenido activo con inquietudes intelectuales reñidas con las soluciones simplistas como que después de cierta edad es imposible eludir encaminar a los adultos mayores por los caminos que llevan a sitios como “casas de salud” donde languidecerán en prolongada decadencia mental y física.

Tema que no nos puede ser indiferente ya que Uruguay junto con Argentina, Costa Rica y Cuba está entre las naciones con poblaciones con mayor edad en A.L. Algo que nos lo ilustra es que en apenas dos siglos, la expectativa de vida se duplicó. Como resultado nos hallamos actualmente frente a una etapa nueva de la existencia humana que erróneamente y por costumbre describimos co-mo “pasiva” y no como pasible de tomar caminos de gran actividad y provecho, así como la tendencia social de aprovechamiento de seres que pueden ser de actividad intensa y positiva, insertándose en un mundo con este rasgo; se calcula que el número de personas de más de sesenta años llegará en 2050 a 2000 millones.

De acuerdo con un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) por primera vez en la historia la mayoría de quienes habitan este globo pueden esperar vivir hasta sesenta o más años y dentro de 35 años el número de personas de más de sesenta se duplicará. Facundo Manes, neurólogo y neurocientífico, rector de la Universidad Favaloro y presidente de la Fundación Ineco para la investigación en neurociencias, en un artículo escrito especialmente para “La Nación” señaló lo siguiente: “Un niño nacido en Brasil en 2015 puede esperar vivir hasta veinte años más que uno nacido allí hace solo 50. Para 2020 habrá más personas mayores de 60 años, que niños de cinco y la mayoría de los adultos mayores (80%) vivirá en países de ingresos bajos y medios”.

Estudios recientes revierten nociones cultivadas por investigaciones que indicaban que los individuos impactados por el ingreso en la “pasividad”, de un cerebro activo iban hacia el deterioro. Trabajos recientes han mostrado que la plasticidad neuronal se conserva mucho más allá de lo que se pensaba.

La “pasivización” de un cerebro activo jugaría un rol clave en el proceso de ciertos niveles de pauperización cognitiva forzada, sin estímulos creativos, con pérdidas importantes de capital intelectual y energía mental.

Surge de lo expresado que debemos comprometernos con lo que la OMS describe como un mecanismo para ofrecer salud y seguridad. Una de las mayores posibilidades es fortalecer el diálogo intergeneracional con actitud de escucha real. Volver a sentarse alrededor de una mesa con el fin de compartir, es algo que puede ser un primer paso para enriquecer el intercambio de propuestas, de experiencias y de valores.

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