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Titanes en el ring

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RICARDO REILLY SALAVERRI
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En un ranking reciente de 99 países del instituto independiente Lowy de Sidney, Australia, nuestro país se ubica en 12º lugar entre los de mejor comportamiento ante el coronavirus, y es el primero del continente americano.

Encabezan como mejores Nueva Zelanda, Viet Nam, Taiwan (los dos últimos leyeron con acierto los datos que les llegaban de la cercana China), Tailandia, Chipre y Ruanda. Ente los peores están Brasil, México, Colombia, Irán y Estados Unidos. La investigación consideró datos tales como los casos confirmados, el número de fallecidos y la capacidad de detección.

La demora en conocer que el virus estaba en curso tomó a la humanidad por sorpresa. Cuando la devastación se hizo presente el mundo se paró, al punto que los buques cisterna de petróleo quedaron varados con su carga y el combustible -hecho inédito- pasó circunstancialmente a valer menos que cero dólar. El golpe a toda la actividad económica y sus secuelas sociales es contundente. En nuestro país, particularmente el comercio y los servicios han sufrido dramáticamente. El turismo -que mueve muchas actividades- es de los sectores más castigados. El gobierno nacional ha explicado su acción sin tapujos a la población.

El Grupo Asesor Científico Honorario ha sido brújula fundamental. Está más allá de la individualidad de sus integrantes. Y, podrán haber ocasionalmente diferencias con la administración nacional que es quien tiene que tomar decisiones de conducción efectiva de la república. No obstante en lo más grande de la inquietud general saber dónde estamos parados es un remanso.

Ahora son las vacunas. Un porcentaje pequeño de la humanidad ha sido vacunado. Los grandes laboratorios pelean además de por lo sanitario, por los mercados, asunto que en números representa un monumental negocio universal. Lo último, aviva a veces el fantasma de la duda sobre la bondad real de tales o cuales vacunas. Incluso, existe presión nacionalista de los gobiernos de los países a los que cada laboratorio pertenece para que vuelquen sus productos primero que nada a las comunidades ubicadas dentro de su soberanía. Hay que confiar en que las líneas que sigue nuestro país, que son de conocimiento público, prosperen.

La “oposición” está en otra. Entregaron ayer el Estado con déficit fiscal histórico y un endeudamiento externo sin antecedentes por el que pagamos gravosos intereses y amortizaciones. Las empresas públicas a la par. ¿Alguien recuerda tuvimos una “línea aérea de bandera”? Y, al déficit de la seguridad social desfinanciada -tema prioritario y agujero mayor de la hacienda pública- en 15 años con mayorías parlamentarias no lo encararon. Ahora han hecho un video dirigido a la claque en Argentina. En él se desgañitaron los “Titanes en el Ring”. Astori, Bergara, Michelini, Arismendi y ainda mais. Cerró la oratoria Raúl Sendic, explicando que en el gobierno frentista reciente hicieron las cosas mal porque “la derecha” no les dio respiro. Sobre cómo “el licenciado” hizo trizas a Ancap, nuestro ente petrolero monopólico, mutis por el foro. El pueblo paga.

El gobierno -en medio de un alud de sabios y variopintos consejos- lleva invertidos 1.200 millones de dólares extraordinarios en necesidades sociales y estudia un plan de inversiones en obra pública para la más urgente reactivación económica posible. Sabiendo que gobernar -justamente- es el arte de lo posible.

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