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Testimonio inapelable

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RICARDO REILLY SALAVERRI
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Está a disposición del público un libro póstumo de Antonio Mercader (1944-2019). “El último golpe tupamaro. El MLN y los etarras en el Filtro”, Ed. Aguilar, 2021. Tuve el privilegio de tratar a “Manino” Mercader en distintas oportunidades.

Compartimos basketball en tempranas mañanas por años. Era deporte de veteranos. Los “chambones” lo envidiábamos. Cuando el gobierno de facto nos reuníamos en el añejo -hoy desaparecido- bar “El Jauja” a cambiar opiniones, con una veintena de compatriotas vinculados a distintos sectores del Partido Nacional, dejando de lado las diferencias existentes entre ellos. Cuando el gobierno nacional presidido por el Dr. Luis Alberto Lacalle Herrera, prácticamente todo el grupo “del Jauja” tuvo posiciones relevantes en su administración. Integramos entonces -entre otros- con Antonio, el gabinete ministerial. Y compartimos por años reuniones de columnistas en el 4o. piso de la redacción de “El País”.

Inteligente, con una cultura envidiable enriquecida por su doctorado en Derecho, republicano biológico, había desarrollado destacada actividad en el hacer publicitario y era esencialmente un periodista de raza. Analizaba los hechos, se informaba plenamente y extraía conclusiones objetivas, cargadas de razonabilidad. Va todo dicho en beneficio del valor testimonial del libro de reciente edición. Trata de un pasado cercano y hechos conocidos por percepción directa, con proyección política atemporal. Su autoría perteneciente a una personalidad con el respaldo intelectual y moral de “Manino” le hacen irrefutable.

Los hechos que se narran tratan de las andanzas de la ETA. Una organización terrorista que operaba desde larga data en el país vasco en España. En 1990, un grupo de activistas de esta organización se radicaron en Uruguay, donde aspiraban a establecer un refugio y centro de operaciones.

El gobierno democrático español presidido por el socialista Felipe González (1982-1996) solicitó la extradición de varios de estos delincuentes y la justicia uruguaya tras dos años de estudio, concedió finalmente en 1994 la de tres de ellos.

Todo el Frente Amplio por medio de sus dirigentes y nucleamientos, desde el primero al último, incluyendo al Pit-Cnt, se opusieron al fallo judicial con huelgas y movilizaciones. Finalmente el día del traslado -24 de agosto de 1995- promovieron una asonada contra la Policía, Y, en hechos confusos, en las puertas del Hospital Filtro, donde los terroristas eran atendidos por hacer una dudosa huelga de hambre, en inesperadas refriegas, las fuerzas policiales actuantes fueron atacadas. El caos generado costó la vida de un joven compatriota.

El diario ABC de Madrid por entonces decía que la ETA había entregado dinero a los tupamaros, incluyendo 50.000 dólares para mantener una radio a cambio de un apoyo que efectivamente les fue brindado. Los etarras eligieron Uruguay por sus facilidades en derecho de asilo e instalaron aquí una base para falsificar documentos. El libro contiene un alud de información que reclama atención. En última instancia alude a una línea de conducta constante, presente en la vida de nuestra república, que apunta a la destrucción de la paz social, a la prédica del odio y que se basa en la actitud de quienes gritan por los derechos humanos a los cuatro vientos al tiempo que abrazan entusiastas todas aquellas causas que avanzan hacia su plena destrucción.

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