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¿Petrobras? Un poroto

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Aleluya! El director de la Oficina Nacional de Servicio Frentista Civil, o algo parecido, acaba de anunciar que se reducirá a 6 horas la jornada laboral de los funcionarios públicos ¡Aleluya! Después salió otro del desgobierno nacional a decir que no está en agenda el tema. ¿A quién creerle? Porque al fin y al cabo de las primeras decisiones del intendente Tabaré Vázquez en 1990, una fue la de bajar el horario a los municipales a 6 horas y subirles los sueldos (y los impuestos a los ciudadanos).

Aleluya! El director de la Oficina Nacional de Servicio Frentista Civil, o algo parecido, acaba de anunciar que se reducirá a 6 horas la jornada laboral de los funcionarios públicos ¡Aleluya! Después salió otro del desgobierno nacional a decir que no está en agenda el tema. ¿A quién creerle? Porque al fin y al cabo de las primeras decisiones del intendente Tabaré Vázquez en 1990, una fue la de bajar el horario a los municipales a 6 horas y subirles los sueldos (y los impuestos a los ciudadanos).

Hoy quebrada la Intendencia capitalina, si no fuese por la tarea ejemplar de las Fuerzas Armadas, Montevideo y Salto estarían tapadas de basura. ¡Gracias soldados !

A su vez el Dr. Vázquez en su anterior presidencia, una de las primeras decisiones que tomó, con la complicidad de la mayoría frentista autómata del parlamento, fue derogar la norma, votada por los partidos Nacional y Colorado, que prohibía designar más empleados del Estado. Eran entonces 240.000. Y los muchachos frentistas celebraron como corresponde, vieron el botín de guerra cara a cara. Y, en sucesivas presidencias, Tabaré y el “Pepe”, acomodaron 60.000 burócratas más. Ahora, acaba de saberse que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) designó sin concurso y a dedo a ¡94 gerentes!, por designación política del Directorio. Siguen comprando votos.

Más burocracia, más impuestos, más trámites para quienes quieren hacer y construir. Y, más permisos, y más papeles, y trámites de duración bíblica.

De acuerdo a las estadísticas de 1.400.000 personas que integran la fuerza de trabajo en el país hay 500.000 que tienen ocupación plena. De ellos, 300.000 son empleados públicos. Los restantes, tienen trabajos a tiempo parcial, empleos inestables, y al menos un 30% trabaja en la informalidad, sin seguridad social.

La uruguaya es hoy una de las relaciones de empleados públicos por habitante del mundo, más grande que se conocen.

Señores del oficialismo y, ¡qué buen ojo para buscar colaboradores!

Eligieron a Raúl Sendic, sin natura, ni Salamanca, presidente de Ancap. Respaldado por el médico rico y el granjero sin producción. Un ente con 16 sociedades anónimas carentes de control, entre las que revista la distribuidora monopólica de combustible, el negocio más grande de la república. Todo descontrolado y dirigido por una persona que, como dijo el “valiente” otro yo del Cr. Danilo Astori, no está en condiciones de llevar un pizarrón de quinielas. Es de esperar que el agujero progre-tupa se estudie por la justicia. Que se raspe hasta el hueso, y que los empresarios, políticos, funcionarios, y el escándalo más grande de la historia nacional, termine con todos los que corresponde en la cárcel.

Para empezar a investigar hay que aprender del desfalco a Petrobras en Brasil -el de Ancap proporcionalmente es cien veces más grande- y la Justicia penal llamada a intervenir, deberá poner auditorías, extranjeras si es necesario, que revisen todos los acuerdos de obra pública y servicios, los precios y los balances y los avances de obra y pagos de las empresas constructoras.

La República está jugada a fiscales y jueces independientes. A partir de que el galeno millonario, incumpliendo su responsabilidad constitucional de cuidar los intereses de todo el pueblo uruguayo, se juega al ocultamiento. El frentismo se esconde y acompaña.

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Ricardo Reilly Salaverri

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