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¿Nueva izquierda?

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Ricardo Reilly Salaverri
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Días pasados una charla de dos investigadores en una sala del Palacio Legislativo, los argentinos Nicolás Márquez y Agustín Laje, generó reacciones varias.

Son autores de una obra de importante recepción popular: "El libro negro de la nueva izquierda" (ed. Pesur; prim. ed. 2016; Arg. y Uruguay). Un párrafo de su presentación ilustra al respecto: "Los viejos principios socialistas de la lucha de clases, materialismo dialéctico, revolución proletaria o violencia guerrillera, ahora fueron reemplazados por una ingesta intelectual promotora del ‘indigenismo ecológico’, el ‘derechohumanismo’ selectivo, el ‘garantismo jurídico’ y sobre todas las cosas, por aquello que se denomina como ‘ideología de género’, suerte de pornomarxismo ideológico, impulsor del feminismo radical, el homosexualismo ideológico, la pedofilia como ‘alternativa’, el aborto como ‘libre disposición del cuerpo’ y todo tipo de hábitos autodestructivos como forma de rebelión ante la tradición ‘heterocapitalista’ de Occidente". Es un empeño por lograr una hegemonía cultural bajo lemas tales como el igualitarismo, la inclusión, la diversidad o los derechos de las minorías, tratando de encaminar a grupos marginales —cuyas reivindicaciones suelen tener un origen comprensible y legítimo, agregamos— a fin de promover artificialmente una militancia canalizando y promoviendo odios, orientada a dominar la cultura e influir en los medios, creyendo que imponiendo hegemónicamente el pensamiento, lo demás —el nuevo Edén— vendrá por añadidura.

El punto de partida de los hechos de la investigación se ubica en la caída de la Unión Soviética y afines en la década de los 90 del siglo pasado. Buscaron sustituirla con la creación del Foro de San Pablo en 1990. Sus progenitores fueron el fallecido tirano cubano Fidel Castro y el entonces joven líder trotskista del Partido de los Trabajadores Inácio "Lula" da Silva, notoriamente procesado por una monstruosa maniobra de apropiación de dinero del pueblo brasileño, en coautoría con poderosos empresarios de Brasil. En 1992, casi 460 organizaciones no gubernamentales, iniciaban la promoción del credo sustituto de la fallecida insignia de la hoz y el martillo. Esta organización prodelito —el Foro— ha sido semilla de los gobiernos populistas que vienen desbastando socialmente a Latinoamérica. Y entre sus filas —por casa— es fácil identificar a agitadores del sector chavista del Frente Amplio.

Parte de la nueva orientación sobre la materia, afirma que el sexo no es una circunstancia natural, sino que es producto de una elección impuesta por el orden dominante. Dentro de tal parámetro, se promueve con base seudopedagógica la temprana promiscuidad de los niños en las escuelas ("Propuesta didáctica para el abordaje de la educación sexual en Educación Inicial y Primaria", Consejo de Educación Inicial y Primaria, ANEP, realizada sobre la base de un trabajo de una organización —supuestamente especializada— llamada "Gurises Unidos". De lo que destaca en especial la actividad Nº 10, "Cosquillas, besos y abrazos"). A partir de una educación pública de magros y perceptibles resultados, fuertemente ideologizada, cabe reafirmar que la honesta educación sexual infantil es otra cosa.

La investigación de Márquez y Laje citada, recomendable, permite entender muchas de las "movidas" que ocurren en nuestro día a día. Las que no son casuales.

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