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Apoyo crítico

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Después de haber hecho casi todo mal, parecería que las autoridades educativas terminaron por tomar la decisión correcta: en las últimas horas, se confirmó que la elección de horas de docencia directa que empieza esta semana, tendrá efectos por más de un año para los docentes de grados altos. O al menos, eso parece al día de hoy. Porque, al mismo tiempo que anunciaron esta decisión, las autoridades abrieron una futura instancia de negociación en la que corren el riesgo de retroceder varios pasos. La resolución de Secundaria está fechada el 3 de noviembre, es decir, el mismo día que el senador Lacalle Pou proponía en conferencia de prensa una serie de medidas relativas a la elección de horas. La coincidencia es muy curiosa porque implica que, el mismo día que Luis Lacalle Pou hizo la conferencia de prensa, el Consejo de Secundaria sesionó, aprobó la resolución, convocó a los sindicatos y les comunicó la noticia.

Después de haber hecho casi todo mal, parecería que las autoridades educativas terminaron por tomar la decisión correcta: en las últimas horas, se confirmó que la elección de horas de docencia directa que empieza esta semana, tendrá efectos por más de un año para los docentes de grados altos. O al menos, eso parece al día de hoy. Porque, al mismo tiempo que anunciaron esta decisión, las autoridades abrieron una futura instancia de negociación en la que corren el riesgo de retroceder varios pasos. La resolución de Secundaria está fechada el 3 de noviembre, es decir, el mismo día que el senador Lacalle Pou proponía en conferencia de prensa una serie de medidas relativas a la elección de horas. La coincidencia es muy curiosa porque implica que, el mismo día que Luis Lacalle Pou hizo la conferencia de prensa, el Consejo de Secundaria sesionó, aprobó la resolución, convocó a los sindicatos y les comunicó la noticia.

Todo muy raro. Pero, aun suponiendo que así ocurrieron las cosas, el Consejo de Secundaria no tiene potestades para poner en vigencia su propia medida. Para que efectivamente entre en vigor, la resolución debe ser homologada por el órgano del que depende jerárquicamente, es decir, el Codicen. Y esa homologación está fechada el 4 de noviembre. Quiere decir que la profesora Celsa Puente faltó a la verdad cuando dijo que Lacalle Pou estaba proponiendo medidas que ya se estaban aplicando.

Las autoridades de Secundaria erraron en eso y en mucho más. Tras sostener durante largo tiempo que no tomarían medidas importantes sin discutirlas y consensuarlas con los actores educativos, a última hora cambiaron las reglas de juego y bajaron un verticalazo. Tenían todas las potestades para hacerlo, pero estaban yendo contra las expectativas y hábitos que ellas mismas habían creado. La medida tampoco fue debidamente comunicada, de modo que no sólo los dirigentes sindicales, sino también muchos directores y especialmente los docentes que tienen que elegir horas, se sintieron pésimamente tratados. Todo esto traerá cuotas de conflictividad innecesarias, cuyos costos serán pagados por los alumnos.

¿Es una buena noticia lo que pasó? Si la decisión de las autoridades de Secundaria no se complementa con otras medidas, como las propuestas por Lacalle Pou, sus efectos serán modestos. Pero hay dos cambios importantes. El primero es haber reinstalado el principio de que la elección de horas puede tener efectos que vayan más allá del año. El segundo es que las autoridades recuperaron al menos parte de la capacidad de mando que ellas mismas habían resignado.

Al mismo tiempo que daban estos pasos importantes, las autoridades de Secundaria cometían otro grave error. Justo cuando abrían un frente de conflicto con los sindicatos, por la vía de absurdos ataques verbales generaron otro con la oposición. Cuando más necesitaban el apoyo del sistema político, se dedicaron a erosionarlo. Pero la oposición haría política menor si se limitara a recordar ofensas o a explotar políticamente la indignación generada por el mal procedimiento. Aquí hay que concentrarse en el problema de fondo y recordar que en el centro de todo están los alumnos. El camino es dar apoyo crítico a esta medida, exigir a las autoridades que resistan las múltiples formas de presión que ya comienzan y pedirles medidas complementarias que aumenten el impacto de lo decidido.

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Pablo Da Silveira

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