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Un mundo inestable

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Matías chlapowski
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Repasemos el escenario actual donde se desarrollan, en cinco aéreas claves, conflictos desestabilizadores para la paz y el progreso económico mundial.

Guerra comercial y cambiaria entre China y Estados Unidos; el Brexit que anticipadamente ya afecta en forma negativa a la Unión Europea (UE) y a Gran Bretaña (GB); los desencuentros que han aflorado entre Japón y Corea del Sur, potenciados por una actitud belicista de su vecino atómico, la Corea del Norte; el enfrentamiento entre Irán vs. Arabia Saudita, con sus aliados de cada lado, donde se pelea en Siria y Yemen y se registran incidentes peligrosos en el estrecho de Ormuz. La naturaleza de los enfrentamientos varía. Por su parte el quinto escenario tiene mucho que ver con las aspiraciones imperiales rusas. Veamos.

1) Los Estados Unidos alegan y acusan a China del robo de patentes y tecnología, piratería y espionaje industrial, que podría tener implicancias estratégico-militares, prácticas monopólicas, dumping, manipulación de su tipo de cambio, comportamientos arteros y desleales. Vender bienes producidos por trabajadores esclavizados o mal pagos (slave labour) pero en el fondo gran parte del enfrentamiento se debe a la pelea por el dominio y el poder que China empieza a disputarle al gigante americano. Su huella en Asia es indiscutible.

Sus productos invaden los mercados mundiales. Su tecnología es de punta. Invierten donde pueden para asegurar el suministro de materias primas. Ya en muchos países africanos han desplazado comercialmente a sus antiguos “amos”. Allí, Francia sigue gastando e interviniendo en guerras locales, sin mayor provecho ni resultados. En Hong Kong, hoy parte irrenunciable de China, los activistas, cada vez más osados, exigen cambios políticos y el Partido Comunista Chino teme que esta escalada de demandas contagie al resto del país. Habrá represión.

2) Si Boris Johnson, el líder carismático y oportunista de Gran Bretaña no logra arreglar con la Unión Europea, el golpe a la economía mundial se hará sentir. La cadena de suministros de la UE quedará maltrecha, dejará de ser lo que fue.

El just on time (el momento preciso) para muchas fábricas acostumbradas a recibir partes desde o hacia GB, se habrá irrumpido. Se aplicarán aranceles. Los costos subirán. Los productos serán menos competitivos. Los flujos comerciales por lo menos, durante un tiempo, quedarán parcialmente dañados.

3) Luego de muchos años, la Corte Suprema de Justicia de Corea del Sur falló en favor de varias víctimas permitiendo que demanden a Japón, una compensación por haber sido forzados a trabajar (como esclavos). Este fallo también contempla a mujeres enviadas a burdeles militares durante la Segunda Guerra Mundial.

El fallo podría tener un efecto cascada. (Corea fue invadida y ocupada entre 1910 y 1945.). Japón tomó a mal esta sentencia y amenazó con represalias al comercio con Corea, obviando mutuos compromisos, plasmados en tratados multilaterales. El viejo resentimiento coreano afloró en serias demostraciones callejeras. El clima político está cada vez peor.

Normalmente se esperaría que EE.UU. interceda y evite una escalada de agresiones entre sus grandes aliados y socios estratégicos en el lejano oriente pero Donald J. Trump, el mandatario actual de EE.UU., no parece idóneo para encarar una reconciliación de estas dos potencias aliadas. Esta ruptura debilita a occidente frente a China, Rusia y Corea del Norte. Esta última vuelve a dar demostraciones de pocos amigos, disparando misiles de medio alcance.

4) Hoy Irán (chiita) y Arabia Saudita (sunita) disputan la hegemonía sobre el área del Golfo Pérsico y Mediano Oriente. Las cosas han cambiado mucho desde los tiempos en que el reino trataba de no involucrarse en disputas. Es más, pagaba y bien para mante-nerse al margen de los conflictos.

Hoy día tiene un líder joven y enérgico que ejerce el poder, no solo dentro de sus fronteras sino también fuera de ellas. Recordemos el reciente episodio del periodista "desaparecido" (asesinado en realidad) en el consulado saudí en Estambul. Pues bien, junto con los Emiratos Árabes se han involucrado en una guerra civil en Yemen, su vecino al sur. Irán se ha metido en la guerra en siria, en el conflicto no resuelto de Irak y apoya a los adversarios de Arabia en Yemen. Trump cree, además que Irán busca hacerse de la bomba atómica que Estados Unidos y otros países (especialmente Israel) quieren evitar y le ha metido un fuerte embargo para obligarlo a renunciar a ese, supuesto, propósito.

Irán produce cada vez más plutonio y se piensa que estaría en condiciones de tener la bomba atómica en un año. Cohetes ya tiene para llegar a muchos lados y practica con ellos con frecuencia. A todo esto hay que añadir el componente religioso que hace de estos enfrentamientos una mezcla explosiva, ya que ambos adversarios encabezan a las dos principales ramas del Islam. En la actualidad Irán hostiga el tráfico marítimo en el estrecho de Ormuz, por donde pasa un 30% del petróleo y el Gas Natural Licuado (GNL) del mundo, mientras Arabia Saudita bombardea Yemen.

Finalmente no hay que olvidar a Rusia. Si lo hacemos, ella se encargará de hacerse recordar. Lo de Ucrania no terminó y ha buscado “nuevas aventuras” en la Venezuela de Maduro.

Si cualquiera de estos frentes tan disimiles se descarrila, se puede anticipar, por lo menos, una nueva y seria recesión a nivel mundial. Urge pedir prudencia, potenciar la diplomacia y no patear el tablero.

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