Entre las críticas que se han formulado a la administración Arana, una de las que se destacaba eran sus reiterados anuncios de proyectos faraónicos, que nunca llegaron a ver la luz. Se pensó que bajo la gestión de Ehrlich ese vicio se había abandonado y, con los pies en la tierra, se iba a atender las cosas que realmente importan a los vecinos.
Pero no. Hace unos días se anunció un plan privado de inversiones por U$S 1.100 millones, con puerto de cabotaje y corrimiento de la rambla incluidos. Ahora se trata de una megarreestructura del transporte, que abarca ferrocarril, "corredores" y "anillos" para circular por la capital.
Dejemos los sueños para otro momento. Vayamos a lo concreto. Por ejemplo ¿qué hacemos con los "carritos"? ¿Cuál es el futuro del Hotel Carrasco?