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Las nuevas fronteras

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Una nación pequeña como la nuestra necesita emprendimientos grandes, grandes empresas para dinamizar su vida, para entusiasmar a sus pobladores. Surgen, mirando el mapa y conociendo la realidad nacional, dos dimensiones para ese futuro próspero. Hacia el norte, mirando más allá del Río Negro, el repoblamiento de los departamentos allí ubicados.

Una nación pequeña como la nuestra necesita emprendimientos grandes, grandes empresas para dinamizar su vida, para entusiasmar a sus pobladores. Surgen, mirando el mapa y conociendo la realidad nacional, dos dimensiones para ese futuro próspero. Hacia el norte, mirando más allá del Río Negro, el repoblamiento de los departamentos allí ubicados.

Las tantas veces mentada descentralización convertida en realidad. Es el Estado el que debe impulsarla, creando las condiciones para el desarrollo pero cabe a los emprendimientos privados llenar esos vacíos con inversión, tecnología y propuestas de trabajo. Mirando lo que ha ocurrido en Tacuarembó, a partir de la agricultura del arroz y la soja, de la forestación y sus derivados industriales se puede imaginar fácilmente a lo que se podría llegar. Son muchos los jóvenes que han marchado hacia el norte, entusiasmados con las oportunidades que allí se abren.

Por supuesto que estamos pensando en un futuro gobierno que salga de la actual pasividad en obras públicas, que haga funcionar el ferrocarril, que convierta en realidad proyectos dentro del esquema de los PPP para que las AFAP encuentren cauce para sus enormes recursos, hoy dormidos. Los mapas geológicos más modernos nos dicen que en la zona hay esquistos y reservas de gas. En síntesis la naturaleza ofrece lo suyo, nos toca a los seres humanos crear las condiciones para que se encare la magnífica aventura de la oportunidad y la certeza de la prosperidad.

No es solo el norte el que nos ofrece oportunidades. Al sur de Montevideo se abre al gigantesco panorama del mar, del Río de la Plata, del océano Atlántico a cuya vista hemos estado por más de tres siglos sin una cabal comprensión de los que ese espacio representa. Ahí está la grande y nueva frontera para los orientales!

En una disertación que excepcionalmente compartimos, el Presidente Mujica, el 25 de agosto, en la Florida marcó una meta nacional en referencia a los nuevos espacios de soberanía que se abren y que representan agregar más del doble a nuestra superficie. Hizo bien el mandatario en señalar que esta es, para los jóvenes pero también para los demás, una oportunidad sin perecido. Agregamos, de nuestra cosecha, que se trata del acontecimiento más importante para nuestra patria desde su independencia.

Lamentablemente no hemos sido gentes de mar a pesar de los orígenes hispánicos e itálicos de la mayoría de nuestra población, nos hemos desarrollado con poca noción de las riquezas de nuestro territorio acuático. Un poco de pesca, muy reciente en su desarrollo cabal, una anémica marina mercante es lo que podemos mostrar.
Lo que se avecina supera todos los cálculos y estimaciones de potencialidad económica. Está en el primer nivel de atención lo referente a la explotación de los hidrocarburos. Pero no es solamente éste el tesoro que nos ofrece esa región. El subsuelo submarino ofrece otras oportunidades minerales y no solo excavando, sino en la cosecha de los nódulos de minerales que se encuentran en el fondo del mar.

La pesca va ver aumentado su ámbito de faena y será necesario pensar seriamente en fomentar la existencia de bodegas de bandera nacional para participar en los fletes. Todo esto es sabido y suponemos que compartido. Una vez más lo fácil es el que hacer, lo difícil el cómo hacerlo. La cooperación del Estado y los privados, en fórmulas jurídicas imaginativas, con cotización en bolsa para atraer inversores serios, teniendo en cuanta la experiencia de otros países, parece ser el camino. Prever es la regla de oro de los gobiernos.

Este tremendo avance nacional no nos debe encontrar improvisando o sin planes. Se trata de algo que no cabe en los siempre estrechos límites de una administración. ¡Bienvenido este hecho! Servirá de lección de humildad a los gobernantes de los próximos años, sabedores de que no será de nadie sino de todos el mérito de aprovechar de la mejor posible esta oportunidad.

Apenas se haga realidad jurídica la resolución de las Naciones Unidas consagrando nuestra posición soberana, un buen síntoma de nacionalidad de encuentro que se pusiera en marcha un grupo de trabajo, por encima de partidos, para ir bosquejando los caminos, centralizando la información, difundiendo estas novedades. Sin perjuicio de las especialidades técnicas que se necesitan no es menor la importancia de ir haciendo saber a los sectores de la sociedad estas novedades y sus alcances posibles. Desde las aulas de los más pequeños hasta las facultades, contando con empresarios, trabajadores y científicos preparados para asumir las tareas necesarias, a todo el país le cabe un rol. ¡Bienvenido este amanecer de esperanza!

Pero no creer que esto es maná del cielo que nos caerá gratis, es ocasión de ejercer las potencialidades individuales y colectivas. Espíritu de frontera que esperemos nos encuentre dignos y dispuestos.

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Luis Alberto Lacalle

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