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La SIP contra marea

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Por más que no suene muy elegante, como dice aquel viejo dicho; “Éramos pocos y parió la abuela”. En la reunión N° 71 de la Sociedad Interamericana de Prensa, (SIP) celebrada a principios de mes en Charlestón, Estados Unidos, nuevamente se volvieron a oír los informes más recientes sobre la libertad de prensa de los distintos países de nuestro continente.

Por más que no suene muy elegante, como dice aquel viejo dicho; “Éramos pocos y parió la abuela”. En la reunión N° 71 de la Sociedad Interamericana de Prensa, (SIP) celebrada a principios de mes en Charlestón, Estados Unidos, nuevamente se volvieron a oír los informes más recientes sobre la libertad de prensa de los distintos países de nuestro continente.

Huelga decir que desde el Río Bravo hacia abajo, en América la libertad de expresión continúa en un preocupante despeñadero, siendo atacada, vituperada y amordazada por métodos varios, con mayor o menor intensidad, según el país del que se trate. Al mismo tiempo que se mantienen constantes los orígenes de sus dos grandes enemigos. Por un lado, los gobiernos, desde los nacionales a los provinciales o distritales y por otro, el crimen organizado que esparce sus mortíferos tentáculos, engrosados por el miedo y la injustificable impunidad.

Chile hasta el presente era uno de las naciones en mejor situación, en cuanto al respeto a la libertad de prensa. Pero como se ha estado viendo en este segundo período de Michelle Bachelet, luego del triunfo electoral alcanzado tras su alianza con el Partido Comunista, fuertes vientos de izquierda han introducido hondos cambios, muchos de los cuales ya se hacen notar en la marcha de la economía. En estos momentos, se encuentra en el senado un proyecto de ley denominado “ “Responsabilidad Extendida del Productor” que establecería un nuevo sistema de gestión de residuos. Una preocupación que en primera instancia suena bien, ya que hoy día se ha generalizado la conciencia ambiental en la mayor parte de las sociedades.

Sin embargo, debajo de la piedra se esconde el cangrejo o alguna otra alimaña ponzoñosa. Las empresas periodísticas chilenas cuentan con un exitoso sistema de reciclaje de sus deshechos, (sobrante, devoluciones, tintas, bobinas, etc.) existiendo una desarrollada industria de recuperación de papel con los cuales la prensa trabaja a diario. Pero resulta que según el tal proyecto, los que producen diarios y revistas pasarán a ser responsables también, del producto que ya no les pertenece. O sea, que el diario que alguien deje tirado en un parque o las revistas que han sido compradas por distintos clientes y quien sabe que hacen luego con ellas, también serán de cargo de la empresa periodística que deberá ocuparse de su disposición final. Se trata de algo que demuestra a las claras que el proyecto a estudio desconoce la realidad de estas industrias, aparte de que existen múltiples empresas pequeñas a las que otra de las exigencias, referida a aceptar sin costo alguno, la entrega de los residuos departe de los consumidores, les exigiría contar con instalaciones de un tamaño que las supera completamente.

La propuesta contiene varios peligros para la libertad de expresión y de prensa. Por primera vez en la historia de la legislación chilena, la cual ha asegurado la protección de este derecho desde 1812, para vender un semanario, una revista o un diario, se requerirá una autorización previa por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Un claro cortapisas a la libertad de opinar e informar sin censura previa. Y la Superintendencia de Medio Ambiente tendría la facultad de decretar la prohibición de venta, mientras no se haya cumplido con las metas de recolección. Sería considerado una falta gravísima no haber cumplido con ellas y además se incorpora la posibilidad de multas que van de los cinco a los siete millones de dólares.

La Asociación Nacional de la Prensa (ANP), ha presentado a algunos parlamentarios una serie de revisiones al articulado en tramitación, que tiene como finalidad la exclusión de los diarios y revistas del mentado proyecto, modificación que todavía no ha sido sometida a d discusión.

Y lo peor es que aquí no se agotan las novedades, en línea con lo que acontece por todas partes. El interés por cercenar la libertad de expresión que tan poco soportan los gobernantes autoritarios, populistas e izquierdosos, que se han expandido en América Latina. Actúan envueltos en mantos de aparente legalidad y justicia, bendecidos por comicios fraudulentos en varias formas, como ser las trampas en las urnas y el conteo de los votos, como se teme con razón, ocurra en Venezuela el mes que viene. Con el temor provocado y la compra de los óbolos, ya sea directamente o por medio de orquestadas políticas y planes sociales que entretejen una conveniente red de clientelismo que pasa a depender de las dádivas del mandamás. Así son las farsas democráticas instaladas en esta parte del mundo.

Pero como ya dijimos, hay mucho más para este boletín. Las propuestas de Reforma de la Constitución Política de la República, planteadas por el actual gobierno, pretenden revisar el capítulo que contiene la definición básica de los derechos de las personas, entre ellos la libertad de expresión. Además de muchos otros aspectos que son una réplica de la ola que se ha estado expandiendo por la zona en esta materia, Uruguay incluido. Otro proyecto cambia la Ley de Protección de Datos, dejando a la labor informativa sujeta a restricciones para acceder a información. Como decía al principio...

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Julia Rodríguez Larreta

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