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Amenaza el Brexit

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El plebiscito, ahora teñido por el horrible asesinato de una diputada, tendrá lugar el 27 de junio. La amenaza de que Gran Bretaña (GB)) decida separarse de la Unión Europea (UE) es una realidad. Lo dicen los sondeos, según los cuales han ido aumentando los que se quieren ir. Los más jóvenes (18 a 25 años) mayoritariamente están a favor de permanecer y los mayores (de 65) de retirarse, pero los primeros suelen votar menos y los segundos más.

El plebiscito, ahora teñido por el horrible asesinato de una diputada, tendrá lugar el 27 de junio. La amenaza de que Gran Bretaña (GB)) decida separarse de la Unión Europea (UE) es una realidad. Lo dicen los sondeos, según los cuales han ido aumentando los que se quieren ir. Los más jóvenes (18 a 25 años) mayoritariamente están a favor de permanecer y los mayores (de 65) de retirarse, pero los primeros suelen votar menos y los segundos más.

George Soros, el multimillonario inversor y especulador de 86 años, lo cree inevitable. Compra oro y acciones de empresas que tienen yacimientos. ¿Tendrá razón? La principal causa es la crisis migratoria provocada por el creciente flujo de africanos subsaharianos que llegan a diario a las costas de Libia y los árabes, afganos, kurdos, iraníes, de más al este, que cruzan el mar Mediterráneo o lo hacen por tierra. Y montones lo logran, a pesar de los miles de desgraciados que se ahogan. Huyen de las guerras, del hambre y la falta de oportunidades. Tal cual una marea, es algo imposible de detener.

En las islas británicas muchos ya no quieren seguir perdiendo identidad étnica. Para ellos es un tema de soberanía. Si siguen dentro de la UE tendrán menos chances de controlar su destino como nación. Luego están los euro escépticos, los desencantados, los inadaptados a los cambios que ha sufrido la sociedad y que quieren creer que es por culpa de la globalización o que puede haber un mejor futuro afuera y no dentro de la UE. Desean aislarse o abrirse más a otras opciones y piensan que puede irles mejor fuera de la UE. La sociedad está dividida.

El partido laborista en su mayoría, está a favor de quedarse. Teme las consecuencias de una posible salida y la verdad es que es razonable esta preocupación. El impacto económico y financiero sobre la industria y el clave sector de servicios (banca y seguros) es impredecible y podría resultar en pérdida de puestos de trabajo, por lo menos al principio. Las empresas norteamericanas con base europea en Londres, ya están preparando planes de contingencia para trasladar su sede. De suceder el Brexit, el gobierno deberá negociar tratados comerciales con el resto del mundo. Una tarea nada fácil de completar rápidamente y enfrentados a quienes pueden haber quedado resentidos y les quieran cobrar por el lío que han armado. Afortunadamente, GB ha mantenido su moneda y eso les simplifica dar ese paso que es de esperar que no ocurra. Añadir incertidumbre y tensión en este delicado momento de la economía global, no es aconsejable. David Cameron, el primer ministro, quien tuvo la mala idea de proponer el referéndum para conseguir ventajas en sus negociaciones con Bruselas, también quiere que GB permanezca dentro de la UE, y ha hecho campaña a favor. Sin embargo, dentro de su partido hay serias grietas. Lord Nigel Lawson, un influyente y clave ministro de Margaret Thatcher se opone. Cree que la UE ha cumplido su ciclo y lo dice abiertamente. No acepta, por ejemplo, que hayan leyes o tribunales europeos que estén por encima de lo votado por el parlamento de su majestad. Tampoco acepta recibir más emigrantes. Ya hay bastantes y piensa que GB no necesita abrir más sus fronteras de lo que ya lo hace y conviene a las islas. Y el pintoresco exalcalde de Londres, Boris Johnson, quien busca eventualmente remplazar a Cameron, propicia también la salida.

Aparte de las razones expuestas, el auge de este asunto se debe a la ola antisistema que ha invadido el planeta, protagonizada por Trump, Le Pen, Hofer, quien casi fue electo en Austria; Soini de Finlandia, Petry de Alemania. La lista sigue y es larga. De ocurrir la salida, habrá una figura bastante satisfecha. Putin. No es ningún secreto que le gustaría enormemente una UE más débil, especialmente ahora que los norteamericanos entran en una fase más aislacionista, gane quien gane las elecciones en USA. El ex ministro de Hacienda y Canciller, Nigel Lawson, comentó en una entrevista publicada en El País de Madrid, que todos los imperios (y la UE seria uno) se disuelven. Cree que la UE pudo ya haber cumplido su propósito. Interesante aseveración la de este señor y efímera habría sido entonces su existencia. Las consecuencias podrían terminar desmembrando al reino. ¡Escocia podría pedir el ingreso a la UE, esta vez con buenas posibilidades de ser admitida! Gales e Irlanda del Norte también querrían separarse y otros en Europa podrían tratar de seguir el ejemplo. Si GB se retirar de la UE, habrá un período de inestabilidad política y económica.

Hablando de imperios, el romano, que también abarcó ambas orillas del Mediterráneo, fue el primero en Europa hasta que se desmembró. Pasaron pocos siglos y Carlomagno consolidó otra unión de pueblos. Después vino el Sacro Imperio Romano Germánico que como potencia duró siete siglos y simbólicamente algo más. Casi todos los países europeas tuvieron sus imperios más o menos importantes de ultramar, los cuales con el tiempo desaparecieron. El Soviético duró unos 70 años y cuando comenzó su caída terminó rápido. Se había mantenido por el terror, hasta que este dejó de ejercerse como antes, a raíz de la perestroika y el glasnost de Gorbachov.

¿Tendrá razón lord Lawson, en su aseveración?

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Julia Rodríguez Larreta

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