Publicidad

Solar de Artigas

Compartir esta noticia
SEGUIR
Juan Oribe Stemmer
Introduzca el texto aquí

La propiedad ubicada en la esquina de las calles Cerrito y Colón está en venta. No es cualquier edificio de la Ciudad Vieja. Fue construida sobre los cimientos de la casa de la familia Artigas-Asnar, el lugar donde nació el prócer.

De tiempo en tiempo, la prensa informa acerca del deteriorado estado de la propiedad, de su situación legal, y de la extraordinaria indiferencia de las autoridades municipales y nacionales ante su evidente decadencia. Hasta ahora lo único que se consiguió es que la Junta Departamental colocara allí, hace una década, una placa conmemorativa, la cual no ha amparado la propiedad del impacto de los elementos y del inevitable deterioro producido por el abandono. Su penoso estado es un buen reflejo del escaso nivel cultural de nuestra sociedad y de la indiferencia, en los hechos, ante el legado de nuestra historia.

La asociación de la propiedad con la familia Artigas es bien conocida. Juan Alberto Gadea escribió un fundado estudio que fue publicado por el Departamento de Estudios Históricos del Estado Mayor del Ejército hace ya más de medio siglo.

En diciembre de 1743, el gobernador de Buenos Aires, Domingo Ortíz de Rozas, adjudicó a María Rodríguez Camejo, la abuela de José Artigas, un terreno cerca del Fuerte de San José, donde se había comenzado con un nuevo reparto de solares. Estaba ubicado en la esquina formada por dos calles recientemente formadas, siguiendo el trazado en damero original de la muy joven San Felipe de Montevideo realizado pocos años antes por el ingeniero Petrarca. La hija de María Rodríguez Camejo, Francisca Antonia Asnar Rodríguez, se casó con Martín José Artigas Carrasco en 1752.

La superficie original del terreno era de 25 varas por 50 varas (una antigua medida española, cada vara mide 0,86 cm). En los años siguientes los propietarios adquirieron algunas parcelas adyacentes. Como resultado, en 1773, las dimensiones de la propiedad eran de 50 varas de frente a la calle de la Fuente (hoy Cerrito) y 75 varas sobre la calle de San Benito (Colón). La casa principal se hallaba sobre la esquina y tenía una planta rectangular de 18 varas de largo por seis y medio de ancho.

Tenía gruesos muros de piedra, techo a dos aguas de tejas (se utilizaron 5.000 tejas en su construcción), y estaba dividida en tres habitaciones. En la fachada principal, sobre la calle Colón, se encontraba el portón de entrada flanqueado por dos ventanas pequeñas sin rejas. En el interior, la altura era de tres varas hasta los aleros y de cinco varas bajo la cumbrera. Era una casa importante para la época y de sólida construcción que reflejaba la situación próspera de sus propietarios.

José Artigas nació en esa casa el 19 de junio de 1768, y vivió en ella hasta que, a la temprana edad de quince años, se radicó en Santo Domingo de Soriano.

Pero, volvió al solar familiar.

Artigas mandó construir una casa en el extremo norte de la propiedad original (medía 25 varas de frente sobre la calle Colón, y 50 varas de fondo) donde residió durante cinco años con su esposa, Rafaela Villagrán. Y donde, anota Gadea, nacieron y murieron sus dos primeras hijas.

Un país extraño, donde, por una parte, se derraman ríos de retórica acerca de nuestro principal héroe nacional, mientras que, por el otro, se abandona el lugar de la Ciudad Vieja más directa y estrechamente asociado con él.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Ciudad ViejaJuan Oribe Stemmer

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad