Montevideo se ha ganado en buena ley una posición entre los puertos dedicados al manejo de contenedores del corredor de integración interoceánico que comunica las costas del Pacífico y el Atlántico del Cono Sur.
Esa región incluye los puertos de Valparaíso y San Antonio, en Chile, Buenos Aires y Montevideo sobre el Río de la Plata, y los puertos de Río Grande y Santos, en el Brasil. Los gigantes de esa región son Buenos Aires (1,5 millones de TEU en el 2017) y Santos (3,6 millones de TEU en aquel mismo año). En aquel año Montevideo manejó unos muy respetables 999.427 TEU.
Esos resultados merecen destacarse. Por varios motivos.
El volumen de importación y exportación de nuestro país es mucho más pequeño que el del hinterland del puerto de Buenos Aires o el de Santos. Además, y esta es la característica más interesante, la ubicación de Montevideo en el ranking regional se debe principalmente a su movimiento de contenedores en tránsito y en transbordo.
Mientras que los demás puertos sirven a su mercado nacional, Montevideo es un exportador de servicios al resto de la región que recibe y redistribuye mercaderías y contenedores pertenecientes al comercio exterior de nuestros vecinos. El movimiento de contenedores en tránsito o transbordo de Montevideo pasó de 274.652 TEU en el año 2006 (52,9% del movimiento total de contenedores en ese año) a 417.756 TEU en el 2018 (52,4%). La participación de ese tipo de contenedores en el movimiento total del puerto ha variado entre un mínimo del 46% en el año 2014 (356.335 TEU) y un máximo del 59,2% (556.247 TEU) en el 2017.
Ello ha sido posible debido a la Ley de Puertos, las importantes inversiones en infraestructura y equipos para el manejo de contenedores y la profundización del puerto y sus accesos, y sobre todo, a las modernas tecnologías y procedimientos para el manejo de las cargas que utilizan los operadores portuarios. La competencia en los mercados de transporte marítimo es muy intensa y al final del día, el futuro de los puertos es determinado por la eficiencia de su operación y los costos de cada escala. El influjo de contenedores en tránsito y transbordo realiza tres aportes al puerto, sus usuarios y a la economía en general de nuestro país. Incrementa el movimiento total del puerto y hace viable, desde el punto de vista económico y comercial, que los armadores ofrezcan servicios de transporte marítimo de mayor calidad y con costos más convenientes de los que justificaría por si solo el comercio exterior uruguayo. Como resultado, se aseguran mejores servicios de transporte marítimo a los exportadores uruguayos. Finalmente el mayor movimiento de buques, contenedores y mercaderías genera una demanda por servicios complementarios que da trabajo a una gran cantidad de empresas. Existe otro aporte, quizás menos tangible, pero igualmente importante. La posición de Montevideo como puerto regional contribuye a fortalecer la posición del Uruguay en la región.
El movimiento de contenedores en tránsito y transbordo aumentó considerablemente a partir del año 2015 y llegó a un máximo en el 2017. Lamentablemente, esa tendencia de incremento se interrumpió. En el 2018, el puerto manejó 417.756 TEU en tránsito o transbordo (52% del total). Esto es, 138,491 TEU menos que en el año anterior. Un llamado de atención que no debemos ignorar.