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Los 14 metros

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El acceso directo y sin trabas al océano Atlántico es uno de los factores que más han influido en la historia de nuestro país. Ese acceso depende no solamente de las ventajas comparativas que nos ha concedido la naturaleza, que ha sido generosa con nosotros, sino también de ventajas comparativas aportadas por nosotros. Estas incluyen desde la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y los tratados bilaterales con Argentina que regulan para la navegación del Río Uruguay y del Río de la Plata, hasta las obras de infraestructura portuaria.
Un puerto es el punto de contacto entre la demanda por transporte marítimo o fluvial (las cargas que entran y salen) y la correspondiente oferta (los buques). El gran desafío para el desarrollo de los puertos no se encuentra tanto en la infraestructura sino en su capacidad de captar cargas, de las características y en los volúmenes necesarios. Sin carga no hay puerto.

Disponemos de puertos modernos y eficientes (gracias a las

El acceso directo y sin trabas al océano Atlántico es uno de los factores que más han influido en la historia de nuestro país. Ese acceso depende no solamente de las ventajas comparativas que nos ha concedido la naturaleza, que ha sido generosa con nosotros, sino también de ventajas comparativas aportadas por nosotros. Estas incluyen desde la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y los tratados bilaterales con Argentina que regulan para la navegación del Río Uruguay y del Río de la Plata, hasta las obras de infraestructura portuaria.
Un puerto es el punto de contacto entre la demanda por transporte marítimo o fluvial (las cargas que entran y salen) y la correspondiente oferta (los buques). El gran desafío para el desarrollo de los puertos no se encuentra tanto en la infraestructura sino en su capacidad de captar cargas, de las características y en los volúmenes necesarios. Sin carga no hay puerto.

Disponemos de puertos modernos y eficientes (gracias a las grandes inversiones que hicieron las generaciones anteriores, la Ley de Puertos de 1992 y la iniciativa privada) que aún no han alcanzado sus límites técnicos de desarrollo ni encontrado sus límites operacionales. El movimiento de cargas del Puerto de Montevideo pasó de 7,6 millones de toneladas en el 2009 a 10,5 millones en el 2013; el movimiento de cargas de Nueva Palmira ha aumentado considerablemente en la última década.
El rendimiento del puerto depende de dos grandes variables: la infraestructura y la operación.

La experiencia de los puertos chilenos demostró que las limitaciones impuestas por la infraestructura pueden ser compensadas mediante mejoras en la operación portuaria.

En una reciente conferencia sobre el presente y futuro de nuestros puertos en ACDE, el presidente de la ANP, Alberto Díaz, enumeró los proyectos de infraestructura que aumentarán la eficiencia de Montevideo: el Muelle "C", el proyecto de un muelle pesquero en Capurro y Punta Sayago. A ello se suman proyectos privados. Además, señaló, aparte de aumentar la capacidad operacional del puerto con los nuevos proyectos de infraestructura, "la otra forma de crecer es aumentando la productividad de los muelles, atendiendo a más barcos en la misma cantidad de días". Ello, "porque es más barato trabajar en la productividad que hacer un muelle".

También reconoció que: "El futuro del puerto estará más arriba de 12 metros de dragado, en lugar de los 10 metros que teníamos como regla hasta hace unos años… La estrategia nos lleva a pensar en profundidades mayores". Para lo cual sería necesario "conversar con las líneas navieras para saber cómo van a trabajar en el Río de la Plata y el Atlántico Sur". No es necesario hacer muchas consultas para saber que la tendencia general es hacia el empleo de buques con calados cada vez más importantes.

Se considera que el límite técnico para el dragado sería 14 metros de profundidad. Cuatro metros más que la profundidad considerada viable hasta hace poco y dos más que la actual.

Nuestro puerto de aguas profundas es Montevideo dragado a 14 metros. Ese puerto respondería a nuestros intereses, sería ajustado a las necesidades y a los limitados recursos de nuestro país, y, a diferencia del otro proyecto, no nos hará más dependientes de nuestros imprevisibles vecinos.

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Juan Oribe Stemmer

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