En la columna del haber del año que termina se pueden incluir los avances en la construcción de la terminal de recepción y regasificación de gas natural licuado de Gas Sayago S. A., las obras del Muelle C, la terminal para acopio y embarque de gráneles y chips, el acceso norte del puerto de Montevideo y el inicio del dragado de apertura para llevar el canal de acceso a la profundidad de -12,60 metros. Este es un paso importante en la dirección de convertir a Montevideo en el puerto de aguas profundas de nuestro país y, también, de la región.

Otra buena noticia son las obras de dragado de apertura del canal de navegación del río Uruguay, a fines de octubre. De esta forma se concretó lo acordado por los presidentes de Argentina y Uruguay en 2010.

La obra es ejecutada conjuntamente por los dos países a través de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y se divide en dos partes: el canal entre Nueva Palmira y Fray Bentos será dragado a -7,62 metros (-25 pies

En la columna del haber del año que termina se pueden incluir los avances en la construcción de la terminal de recepción y regasificación de gas natural licuado de Gas Sayago S. A., las obras del Muelle C, la terminal para acopio y embarque de gráneles y chips, el acceso norte del puerto de Montevideo y el inicio del dragado de apertura para llevar el canal de acceso a la profundidad de -12,60 metros. Este es un paso importante en la dirección de convertir a Montevideo en el puerto de aguas profundas de nuestro país y, también, de la región.

Otra buena noticia son las obras de dragado de apertura del canal de navegación del río Uruguay, a fines de octubre. De esta forma se concretó lo acordado por los presidentes de Argentina y Uruguay en 2010.

La obra es ejecutada conjuntamente por los dos países a través de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y se divide en dos partes: el canal entre Nueva Palmira y Fray Bentos será dragado a -7,62 metros (-25 pies de profundidad), y el tramo hasta el puerto de Paysandú a -5,8 metros (-19 pies). Los trabajos fueron comenzados por la draga uruguaya D7, perteneciente a la Administración Nacional de Puertos.

¿Qué pensar sobre el proyecto de puerto de aguas profundas?
El problema fundamental de este proyecto no es su ubicación geográfica ni su ingeniería, sino su viabilidad económica y política.

El futuro ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo a Búsqueda que el proyecto “tampoco es una dirección de la que se pueda decir que a corto plazo va a tener resultados. Hay que recorrer un camino que va a ir acumulando resultados en el tiempo hasta concretar, tal vez en forma gradual, ese objetivo estratégico”. Es decir, tomará tiempo.
Rossi agregó: “me interesa que quede claro que para Uruguay hoy sigue siendo prioritario el sistema nacional de puertos, el puerto de Montevideo, el de Nueva Palmira, y todos los del litoral y el resto del país. Porque ese es el sistema que hoy cumple el rol de motor de la economía uruguaya”. Más claro, echarle agua…

En la columna del debe figuran varios ítems de considerable peso. Comenzando por las demoras del dragado de apertura de los canales de Martín García y de los proyectos para la construcción de terminales graneleras en Nueva Palmira.

En esa columna negativa ocupa un lugar destacado la Disposición 1108/2013, de octubre de 2013, de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la República Argentina. Una medida discriminatoria que tiene un fuerte impacto sobre el movimiento de contenedores de transbordo en el puerto de Montevideo.

Finalmente, se abrieron las ofertas para la construcción del nuevo canal de navegación que construirá Argentina en las aguas de uso común del Río de la Plata y que comunicará el lugar llamado El Codillo, en el canal Punta Indio, con las aguas más profundas próximas a la costa argentina (canal Magdalena). Esta obra significará un cambio importante en el actual sistema de navegación del río.

No es fácil hacer un balance entre elementos tan dispares. Pero se pueden extraer dos lecciones útiles: los principales avances son proyectos limitados, concretos y realistas que dependen exclusivamente de nuestro país; y, segundo: la rotunda reiteración de que solamente podemos depender de nosotros mismos.