Publicidad

Casa de Artigas

Compartir esta noticia
JUAN ORIBE STEMMER

Una nota en el suplemento "Qué Pasa" (23 de febrero) revela algunas contradicciones difíciles de explicar en la política de protección del patrimonio histórico de nuestro país. La nota se refiere a dos temas. El primero es el proyecto para expropiar un predio de 200 hectáreas de superficie donde, piensan algunos, se habría encontrado el efímero pueblo de Purificación. El predio incluye el casco de la estancia El Hervidero, ubicada a unos cien quilómetros al norte de la ciudad de Paysandú. El segundo tema es el abandono en que se encuentra el sitio donde nació y vivió su juventud Artigas, en Montevideo.

La nota marca dos contrastes interesantes.

Primero. Por un lado, no existe unanimidad entre los investigadores sobre la ubicación precisa de Purificación. Uno de los estudios arqueológicos concluye, con toda sensatez, que aunque se puede pensar que el campamento se encontraba en la desembocadura del arroyo Hervidero en el río Uruguay, deberían "haber trabajos complementarios, como sondeos arqueológicos en otras construcciones" para confirmar las hipótesis.

Por el otro lado, disponemos de información precisa acerca de la ubicación del solar donde nació Artigas, en San Felipe y Santiago de Montevideo, y sobre las dos casas construidas allí por sus padres, Martín José Artigas y Francisca Antonia Arnal, y sus abuelos maternos, para albergar la creciente familia.

El solar de la familia Artigas-Arnal se encontraba en la esquina de las calles Cerrito (Calle de la Fuente en aquella época) y Colón (San Benito). Según el estudio de Juan Alberto Gadea, publicado en 1974, el padrón original tenía 43 metros sobre Cerrito y 63 metros sobre la calle Colón. Las casas de piedra -humildes pero sólidas- construidas por la familia se encontraban sobre la esquina. Desde entonces, la propiedad fue subdividida, las construcciones originales fueron demolidas y se construyó en el lugar. Hoy sobrevive una construcción antigua, con su fachada marcada por el vandalismo urbano y engalanada por un contenedor de basura.

El segundo contraste es económico.

La nota en "Qué Pasa" estima que expropiar las 200 hectáreas de la estancia le costará al contribuyente unos quince millones de dólares (a lo que habría que agregarle el costo del proyectado parque y otras obras). En cambio, la casa ubicada en el solar de los Artigas costaría en torno de los US$ 130.000. A lo que debería sumarse el hecho de que esa construcción se encuentra en plena Ciudad Vieja, a poca distancia de otros edificios que forman parte de un mismo conjunto histórico y testimonial de los inicios de Montevideo y de la Banda Oriental.

Así lo demuestra el hecho de que, a poca distancia de esa esquina, durante las obras de ampliación del edificio de una empresa, se encontrasen los cimientos del fuerte de San José. Una de las primeras construcciones de Montevideo. Fue comenzada en febrero de 1724 y completada en diciembre de 1725. El Fuerte fue demolido durante la ola de "vandalismo ilustrado", como escribió Bauzá, de las últimas décadas del siglo XIX.

Ese hallazgo hace preguntarse si acaso no sobrevivió, quizás incorporado en los cimientos o las paredes de la casa de la esquina de Cerrito y Colón, algún elemento de la casa colonial de los Artigas. Es solo una posibilidad.

Pero, lo que parece seguro es que tanto abandono es lamentable.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad