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Paraguas agujereado

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El país ha quedado destruido por temporales de agua y viento. Los daños han sido enormes, los costos de reparación serán millonarios.

El país ha quedado destruido por temporales de agua y viento. Los daños han sido enormes, los costos de reparación serán millonarios.

Se da por descontada la disposición solidaria de la gente. También podemos dar por descontado que el gobierno va a utilizar el reciente desastre climático como gigantesco paraguas para justificar los daños, también enormes, que las administraciones frentistas ya habían descargado sobre el lomo del país. El agujero millonario de Pluna, las deudas incobrables del Fondes, la desaparición de millones de dólares por los sumideros de Ancap y el apriete económico que se impone después del despilfarro de la bonanza de los años anteriores van a quedar incluidos en la factura del tornado y las inundaciones.

La actual incapacidad del Frente Amplio para manejar los problemas cotidianos de gobierno -no digamos nada de los problemas extraordinarios- tiene relación con elementos intrínsecos de la mentalidad y la ideología que prevalece hoy en ese conglomerado político. Sus integrantes están convencidos que la sed de justicia y la lucha contra los burgueses que los alienta es base suficiente para garantizar que los resultados concretos de sus decisiones serán siempre favorables al pueblo: los buenos solo pueden hacer el bien y están vacunados tanto contra la corrupción como contra la ineficiencia.

Si algo sale mal será por la insidia de sus enemigos (amplificada por una campaña de la prensa). De ese modo han explicado -para sí y para afuera- el pufo de Ancap, el de Pluna y todos los otros. Así van a explicar su incapacidad de dar respuesta suficiente a los daños que la naturaleza ha descargado sobre el país.

La capacidad ejecutora del Frente Amplio está a la vista en el corredor Garzón. Como se proyectó con buena intención y lo desarrolló un director rotulado de progresista y francamente empapado de la convicción de estar del lado del bien y la justicia, no precisaba nada más. Y ahí está el desastre inútil que costó más de treinta millones de dólares. Pero en términos de realización económico-productiva el ejemplo emblemático de lo que produce la mezcolanza ideológico-política del actual Frente Amplio está a la vista en la chacra de Mujica: un yuyal de punta a punta, improductiva y abandonada desde siempre. Algunos pedazos de terreno han sido cedidos (desprendimiento hay) para que otros hagan algo. Pero que lo hagan otros; los dueños de casa (y los dueños del relato frentista) solo filosofan.

Mucho discurso, muchas palabras. Con ese material nos van a querer explicar por qué, siendo ellos tan buenos, no van a poder hacer lo que un gobierno previsor tendría condiciones de hacer por el país que trabaja, el que ahora está bajo el agua o se lo llevó la turbonada. Todo lo que el gobierno no va a ser capaz de reparar por causa de sus imprevisiones anteriores se lo imputará al mal tiempo; no por perversidad, sino porque eso es un derivado que se desprende, involuntaria pero fatalmente, de esa mentalidad.

La cooperativa agraria de Dolores, obra ejemplar del trabajo de los doloreños, quedó completamente arrasada. No tengo dudas de que va a volver a levantarse y a funcionar -también por el trabajo de los doloreños- mucho antes de que este gobierno arregle el hospital o el liceo de Dolores, a los que solo se les voló el techo. Es una apuesta basada en antecedentes, mentalidad, escala de valores y opciones ideológicas.

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Juan Martín Posadas

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