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La vulnerabilidad del crecimiento

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La producción mundial de alimentos está sometida a una fuerte inestabilidad. Las variaciones en el clima, la producción y las políticas, explican la presencia de ciclos de precios difíciles de anticipar. Los mismos, contribuyen a desestabilizar las economías de aquellos países cuya producción de alimentos tiene una elevada ponderación. El Uruguay es uno de ellos y a raíz de estas incertidumbres ha sufrido numerosas y severas crisis que se manifiestan en déficit habitualmente simultáneos en la balanza de pagos y en las cuentas públicas, caída de los ingresos, desempleo, quiebras empresariales y estrangulamientos financieros. El alcance de estos efectos varía con la profundidad de los desequilibrios.

La producción mundial de alimentos está sometida a una fuerte inestabilidad. Las variaciones en el clima, la producción y las políticas, explican la presencia de ciclos de precios difíciles de anticipar. Los mismos, contribuyen a desestabilizar las economías de aquellos países cuya producción de alimentos tiene una elevada ponderación. El Uruguay es uno de ellos y a raíz de estas incertidumbres ha sufrido numerosas y severas crisis que se manifiestan en déficit habitualmente simultáneos en la balanza de pagos y en las cuentas públicas, caída de los ingresos, desempleo, quiebras empresariales y estrangulamientos financieros. El alcance de estos efectos varía con la profundidad de los desequilibrios.

En la actualidad se está obteniendo la mayor cosecha histórica de EEUU que se suma a una predicción también sin precedentes en el Mercosur. El precio de la soja cayó un 30% y el maíz y trigo en mayor proporción. Estos granos, en conjunto, conforman los principales productos exportables del país. Por su parte, siendo el Uruguay un país caro, los costos de producción han venido subiendo, lo cual fue compensado por el también continuo crecimiento de los precios. Sin embargo, en los meses que vienen, tendrá lugar un quiebre de la tendencia, con costos que seguirán al alza y precios a la baja.

Los productores saben que no les irá muy bien, pero seguirán sembrando porque son rehenes de sus inversiones recientes. También perderían dejando ociosa la maquinaria, las tierras y los trabajadores calificados. Asimismo hay cuentas por pagar y la esperanzas de una reactivación de los mercados. Por su parte, un eventual descenso en la producción, frenaría el crecimiento de la cadena de abastecimiento a la agricultura, impulsado por la creación de PYMES de toda naturaleza, que son las que explican la prosperidad del interior.

Las autoridades nos dicen que el país está blindado para coyunturas adversas. Que dispone de reservas y acceso fluido al financiamiento externo. Eso está bueno para los gobernantes y los funcionarios públicos, pero difícil que llegue a quienes han sido los principales responsables de crear la prosperidad de estos últimos años.

Como los ciclos además de imprevisibles son inevitables, deberíamos haber aprendido a manejar las vulnerabilidades a través de mecanismos anticíclicos. En la última década hemos aumentado el gasto público mas que el PBI transfiriendo recursos de los sectores de mayor productividad hacia un gasto de baja eficacia. Sumado al aumento de la recaudación, el estado se endeudó y además se llegó a un déficit de casi US$ 2000 millones que se acentuará en este año electoral. Cuando se remunera mejor a sectores menos productivos, se está remunerando peor a sectores mas competitivos en el mundo. Es otra manera de entender el atraso cambiario y su vinculación con las decisiones políticas.

El sector mas innovador y competitivo de la economía enfrenta una coyuntura negativa de los mercados con costos que seguirán creciendo. Son apuestas a favor de factores que acentúan los riesgos y amenazas sobre la estabilidad de las empresas de manera que se somete la economía a tensiones evitables. No tendremos un 2002 pero junto a las dificultades provenientes del Mercosur se condicionará un futuro que podría haber sido mejor. Tan malo como crecer poco es crecer erráticamente.

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Joaquín Secco García

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