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A favor del bien y en contra del mal

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Hay cadenas de valor, que sobresalen por la estricta coordinación que existe en las transacciones entre sus eslabones. Cuando BMW necesita cigüeñales no iría a la calle La Paz a revisar la oferta.

BMW recurre a acuerdos contractuales con los mejores proveedores que le aseguran suministro y calidad. Tampoco imaginaríamos que la fábrica de cigüeñales vaya a producir tres millones de cigüeñales sin saber si los compradores los van a necesitar. Menos aún que la fábrica pretendiera desarrollar la industria automotriz a través del aumento de su oferta.

Después de todo, las cadenas sirven para tirar. El progreso de la ciencia, la tecnología y la organización han promovido que cada vez más las cadenas operen de manera estrictamente coordinada a fin de neutraliza las imperfecciones de los mercados y elevar la productividad.

Hace bastante más de un siglo que nuestra ganadería de carne se enfrenta a problemas serios de descoordinación entre oferta y demanda en la cadena de

Hay cadenas de valor, que sobresalen por la estricta coordinación que existe en las transacciones entre sus eslabones. Cuando BMW necesita cigüeñales no iría a la calle La Paz a revisar la oferta.

BMW recurre a acuerdos contractuales con los mejores proveedores que le aseguran suministro y calidad. Tampoco imaginaríamos que la fábrica de cigüeñales vaya a producir tres millones de cigüeñales sin saber si los compradores los van a necesitar. Menos aún que la fábrica pretendiera desarrollar la industria automotriz a través del aumento de su oferta.

Después de todo, las cadenas sirven para tirar. El progreso de la ciencia, la tecnología y la organización han promovido que cada vez más las cadenas operen de manera estrictamente coordinada a fin de neutraliza las imperfecciones de los mercados y elevar la productividad.

Hace bastante más de un siglo que nuestra ganadería de carne se enfrenta a problemas serios de descoordinación entre oferta y demanda en la cadena de abastecimiento. El mercado de terneros para engordar o de novillos para la industria ha generado desencuentros tan antiguos como el país. Siempre los gobernantes pensaron que debían hacerse cargo y siempre se equivocaron.

Para curar hay que conocer y no vale quemar brujas para emparchar errores. En estos días se dijo una cosa y la otra y todo terminó con arengas a favor del bien y en contra del mal.
La producción de terneros en Uruguay se asemeja a la fábrica que entiende que produciendo mas cigüeñales se producirán más autos. La premisa que las cadenas sirven para tirar se olvida cuando se coincide que en ganadería, hay que empezar por empujar desde la cría.

Para vender una oferta ampliada de terneros habrá que recurrir a invernadores de terneros cada vez menos eficientes, quienes solamente podrán comprar a precios menores lo cual desalentará la cría. Algo parecido ocurre entre la industria y los invernadores. Si el precio solicitado por los ganaderos es elevado, se bajará la demanda y si los ganaderos necesitan vender, los frigoríficos aumentarán su poder de mercado.

Como estas cosas ocurren en el mundo real, innumerables imprevistos interactúan desviando algunos de los comportamientos señalados. Sin embargo a largo plazo las tendencias se comportan de acuerdo a reglas bien estudiadas. Es el comportamiento de mercados sometidos a una fuerte volatilidad /riesgo. En estos casos, el alto costo de implementar sistemas que mejoren la coordinación en las transacciones entre los eslabones resulta menos conveniente que continuar con un sistema de compras "spot". Esto es, negocio por negocio dando lugar a fuertes desplazamientos del poder de mercado. Coordinar implica mayores costos que solo resultan si los beneficios lo justificaran.

Uruguay exporta carne de calidad (ofrecida de manera que el consumidor en el restaurante o la carnicería la pueda elegir y fidelizarse) en un volumen que no llega al 10% de las ventas. La enorme mayoría va a industrias que las transforman en hamburguesas o albóndigas. Una vez que pierden la identidad quedan pocos argumentos para mejorar los precios de Paraguay, Brasil o los cebúes del desierto de Australia. La escasa experiencia de la cuota 481 es un embrión de un sistema de valor agregado capaz de premiar cualidades específicas que contribuyan a mejorar la coordinación al interior de la cadena. Una circunstancia que ojalá contribuya a explorar nuevos horizontes que permitan despegarnos de nuestros competidores.

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Joaquín Secco García

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