Publicidad

Las fuerzas desarmadas

Compartir esta noticia

Treinta años después de la dictadura sobreviven en Uruguay prejuicios sobre las Fuerzas Armadas. A nadie escapa que hay sectores que rechazan a estos funcionarios públicos. Sin embargo su vinculación con la sociedad civil es muy notoria: en el interior la pintura de la escuela, el camión militar para una obra, la policlínica, las clases de equinoterapia para niños con discapacidad, el arreglo del puente, la olla y la atención a los inundados cuando las tragedias naturales aparecen, hay una relación natural entre el vecino y el militar. En la capital la ideología pesa más a la hora de entender su papel, los anticuerpos ideológicos y el pasado no permiten avanzar.

Treinta años después de la dictadura sobreviven en Uruguay prejuicios sobre las Fuerzas Armadas. A nadie escapa que hay sectores que rechazan a estos funcionarios públicos. Sin embargo su vinculación con la sociedad civil es muy notoria: en el interior la pintura de la escuela, el camión militar para una obra, la policlínica, las clases de equinoterapia para niños con discapacidad, el arreglo del puente, la olla y la atención a los inundados cuando las tragedias naturales aparecen, hay una relación natural entre el vecino y el militar. En la capital la ideología pesa más a la hora de entender su papel, los anticuerpos ideológicos y el pasado no permiten avanzar.

El personal militar es el funcionariado más pobre de Uruguay. Buena parte de ellos vive en asentamientos y la comida del cuartel y la ayuda que de allí sale da una mano para sobrellevar esa pobreza. Con respecto al pasado, los oficiales de hoy eran niños y adolescentes cuando la dictadura y ninguno de ellos tienen porqué llevar sobre sus espaldas las violaciones a los DDHH y a la Constitución de otros.

Nos enfrentamos a desafíos para los cuales su trabajo es esencial. Tenemos que encarar amenazas que nos golpean cada vez peor. El narcotráfico y el terrorismo religioso no conocen fronteras. La seguridad y la defensa del país están muy vinculadas. No se puede enfrentar este crimen organizado sin una colaboración de todas las fuerzas armadas, de la Fuerza Aérea en nuestro cielo, o la Armada en lo suyo. Enfrentar los desastres climáticos o la defensa de nuestros recursos naturales sin una institución vertical como el Ejército que responda profesionalmente y rápido es imposible. Cuidar nuestras fronteras secas que son un colador de riesgo, encarar el tránsito marítimo y los “pueblos” que se irán formando en nuestro mar, debido a las plataformas que se instalarán con trabajadores y maquinas y el riesgo medioambiental que lleva.

Hoy la capacidad de las fuerzas que requieren más tecnología como la Aviación Militar y la Armada son límites. Barcos que son museos flotantes, para otros tiempos, y que no pueden navegar. La Armada está totalmente golpeada por los hechos conocidos de corrupción y en decadencia material, pero es imprescindible para el país, no entenderlo es ciego. Muy parecido pasa en la aviación con sus aviones. El Ejército pudo mantener en algo su parque gracias a las misiones de paz, pero salarialmente está destrozado, y muchos solo lo nombran por el pasado.
Si hay sectores que consideran que no son necesarias deben decir quién va a encargarse de las tareas que hacen. ¿La Policía? ¿Servicios privados? ¿Países extranjeros? Si coincidimos en su necesidad como sociedad, entonces hay que equiparlas, porque dejarlas a la deriva sin recursos, pobres y estigmatizadas, no sirve a nadie. El narcotráfico y el crimen organizado aplaudirían esta decisión.

Estas cosas no son de las más populares para discutir, pero hay que hacerlo. Es mejor gastar en hospitales o escuelas, pero alguien tiene que encargarse de la defensa y la seguridad. La demagogia es funcional a poderosos delincuentes.

Mujica dijo que quiere oficiales y “fierros” frentistas. 30 años después los comunicados 4 y 7 todavía lo fascinan. Pertenece a una generación que junto a aquellos militares golpistas siguen sin entender las Fuerzas Armadas que necesita la democracia.

SEGUIR
Javier García

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Javier Garcíademagogia

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad